Cuando se trata de patologías
venosas, ya sean leves o mayores, nada reemplaza al examen clínico de un
flebólogo experimentado. Incluso hoy en día es prácticamente imprescindible que
el doctor tenga en el consultorio un eco Doppler portátil, con el cual puede
definir el diagnóstico en un 90% de los casos. Pero cuando no se cuenta con
este dispositivo, es común recurrir al eco Doppler color.
“El eco Doppler venoso es hoy
en día el método de elección para el estudio de las enfermedades de las venas
de los miembros inferiores. Permite evaluar las insuficiencias venosas,
especialmente las valvulares y definir el tratamiento”, afirma el Dr.
Miguel Ángel Gramajo Booth, flebólogo universitario e investigador, con más de
30 años de experiencia y pionero en el país de la Flebología Restaurativa.
“Sin embargo es un
estudio cuyo resultado depende de la pericia del explorador, por lo que es
necesario que lo evalúe personal capacitado y se debe hacer como complemento
del examen que hace el flebólogo de su paciente.”
Cómo funciona el eco Doppler
Es un estudio que permite ver
imágenes y también medir el flujo sanguíneo, porque suma la ecografía con el
efecto Doppler.
Un dispositivo transmite ondas
sonoras de alta frecuencia en la zona a examinar. Los ecos recibidos varían en
función de la densidad de la estructura que se estudia, por lo que se puede
diferenciar la sangre, las paredes de las venas, etc. Permite medir, por
ejemplo, el diámetro de los vasos sanguíneos. Cuando los ecos de las ondas
sonoras rebotan, son transmitidos como impulsos eléctricos y recibidos por un
monitor de vídeo que los convierte en imágenes del movimiento del órgano o la
sangre.
Llamado así por el físico
austríaco Christian Andreas Doppler quien lo propuso en 1842, el efecto
Doppler es el aparente cambio de frecuencia de una onda producida por el
movimiento relativo de la fuente, respecto a su observador. Se ha comprobado
que existe en la luz, en el sonido y en las ondas electromagnéticas. El eco
Doppler venoso de miembros inferiores no requiere preparación especial. Si se
toman medicamentos para las venas se aconseja no hacerlo el día del estudio.
Para las arañitas
Cuando se trata de telangectasias
o arañitas, hay un dispositivo, el transiluminador, que mejora el
diagnóstico y guía el tratamiento. Posee Leds de alta potencia que emiten una
luz en una longitud de onda tal que le permite penetrar la piel algunos
milímetros. Esto hace que se vean vasos y ramificaciones de vénulas con gran
claridad.
“El uso del transiluminador
permite ver los vasos sanguíneos reticulares que se encuentran a un nivel casi
superficial y los vasos perforantes, vasos cortos que comunican el sistema
venoso con el superficial”, explica el Dr. Gramajo Booth.
“Esto es muy útil para ver el
origen de las telangectasias, es decir, para saber adónde es que se produce el
derrame. No se usa rutinariamente ni es de uso masivo pero es de gran ayuda en
los tratamientos de Flebología Restaurativa”, confirma el especialista.
Las telangectasias, tal es su
nombre médico, son derrames venosos producidos por la dilatación de las venas
subdérmicas, reticulares o vénulas, las que se ven en color verde o azul
formando una red en la pierna, que se encuentran en gran cantidad a un nivel
casi superficial.
“A veces, estas vénulas se ven
y otras hay que buscarlas mediante el transiluminador”, explica el Dr.
Miguel A Gramajo Booth. “Si hay muchas vénulas dilatadas, pueden aparecer
síntomas en las piernas como pesadez y edemas leves. Habitualmente, en los
tratamientos esclerosantes se trata solo el derrame y las vénulas
contiguas a las arañitas ya que no es ni operativo ni beneficioso tratarlas en
cantidad.”
La fleboterapia restaurativa
consiste en la aplicación de inyecciones en la luz del vaso sanguíneo, aun del
más pequeño, de una sustancia de origen natural que repara la pared de la vena,
lo que permite que la sangre fluya con normalidad. “En el caso de las
arañitas, se puede reforzar toda la red venosa superficial, con lo que el
problema se soluciona en profundidad.” asegura el Dr. Gramajo Booth.