Mauricio Macri decidió que los porteños voten con boleta única en 2013, dentro de un plan más ambicioso de reforma política que incluye el sufragio electrónico y el sistema de internas abiertas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
"Vamos para adelante", les dijo Macri al ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, y al subsecretario de Asuntos Políticos, Nicolás Ducoté, durante una larga reunión que mantuvieron hace algunas semanas para evaluar el plan de reforma política.
El esquema de modificaciones sería gradual e incluiría dos proyectos que deberían ser aprobados por la Legislatura porteña con el aval de dos tercios de su composición (40 votos). "La idea es presentarlos y que salgan con el mayor consenso posible porque sería un paso adelante hacia la transparencia electoral", sostuvo una fuente del gobierno porteño en relación a que se dejaría atrás a la tradicional boleta sábana.
Los detalles técnicos están a cargo de Nicolás Massot, director de Reforma Política del Ministerio de Gobierno, y todavía se encuentran bajo análisis. De acuerdo al cronograma original pensado por el ministro y sus colaboradores, en primera instancia se avanzaría con la implementación de la boleta única electoral y el esquema de internas abiertas.
En una segunda etapa se incluiría el voto electrónico a imagen y semejanza del que puso en marcha gradualmente en su provincia el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey. Este procedimiento se realizaría en una terminal electrónica, que entrega al votante una papeleta con un chip que a su vez se inserta en una urna.
Las internas de la Ciudad tendrían como base la posibilidad de que los partidos diriman sus candidaturas en procesos abiertos y simultáneos, pero incluirían algunas variantes respecto de la que se aplicaron a nivel nacional, como la posibilidad de que las alianzas electorales puedan entablarse luego de esas primarias.
También se crearía un organismo electoral, que podría ser un tribunal con nuevos jueces específicos o con magistrados que ya se desempeñan en otros fueros, explicaron las fuentes. El sistema de boleta única está avalado por organizaciones no gubernamentales reconocidas como Poder Ciudadano o el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y son impulsadas por la oposición nacional.
Para Macri, la implementación de estos instrumentos sería una apuesta a la diferenciación del Gobierno nacional que defiende a ultranza el uso de las boletas sábanas, pese a las reiteradas denuncias de robos de papeletas en las elecciones. Si bien el kirchnerismo acaba de abrir la discusión a la boleta única y el voto electrónico en la Cámara de Diputados, no muestra intenciones de que el proyecto finalmente sea aprobado.
"Esperamos ser seducidos por la oposición", señaló la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Diana Conti, al abrir el debate que implicará un largo recorrido y al que algunos miembros de la oposición definieron como "un simulacro".
La diputada kirchnerista designó al apoderado del FpV e integrante del cuerpo, Jorge Landau, para armar el cronograma de debates y la lista de invitados, que incluirá a referentes de la Cámara Nacional Electoral y funcionarios de Córdoba y Santa Fe (donde ya se utiliza la boleta única), entre otros.
Pero es sabido que el Frente para la Victoria no avala ese sistema de votación, ya que perjudica a la militancia que tradicionalmente reparte las boletas antes de cada elección.
NA.
"Vamos para adelante", les dijo Macri al ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, y al subsecretario de Asuntos Políticos, Nicolás Ducoté, durante una larga reunión que mantuvieron hace algunas semanas para evaluar el plan de reforma política.
El esquema de modificaciones sería gradual e incluiría dos proyectos que deberían ser aprobados por la Legislatura porteña con el aval de dos tercios de su composición (40 votos). "La idea es presentarlos y que salgan con el mayor consenso posible porque sería un paso adelante hacia la transparencia electoral", sostuvo una fuente del gobierno porteño en relación a que se dejaría atrás a la tradicional boleta sábana.
Los detalles técnicos están a cargo de Nicolás Massot, director de Reforma Política del Ministerio de Gobierno, y todavía se encuentran bajo análisis. De acuerdo al cronograma original pensado por el ministro y sus colaboradores, en primera instancia se avanzaría con la implementación de la boleta única electoral y el esquema de internas abiertas.
En una segunda etapa se incluiría el voto electrónico a imagen y semejanza del que puso en marcha gradualmente en su provincia el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey. Este procedimiento se realizaría en una terminal electrónica, que entrega al votante una papeleta con un chip que a su vez se inserta en una urna.
Las internas de la Ciudad tendrían como base la posibilidad de que los partidos diriman sus candidaturas en procesos abiertos y simultáneos, pero incluirían algunas variantes respecto de la que se aplicaron a nivel nacional, como la posibilidad de que las alianzas electorales puedan entablarse luego de esas primarias.
También se crearía un organismo electoral, que podría ser un tribunal con nuevos jueces específicos o con magistrados que ya se desempeñan en otros fueros, explicaron las fuentes. El sistema de boleta única está avalado por organizaciones no gubernamentales reconocidas como Poder Ciudadano o el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y son impulsadas por la oposición nacional.
Para Macri, la implementación de estos instrumentos sería una apuesta a la diferenciación del Gobierno nacional que defiende a ultranza el uso de las boletas sábanas, pese a las reiteradas denuncias de robos de papeletas en las elecciones. Si bien el kirchnerismo acaba de abrir la discusión a la boleta única y el voto electrónico en la Cámara de Diputados, no muestra intenciones de que el proyecto finalmente sea aprobado.
"Esperamos ser seducidos por la oposición", señaló la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Diana Conti, al abrir el debate que implicará un largo recorrido y al que algunos miembros de la oposición definieron como "un simulacro".
La diputada kirchnerista designó al apoderado del FpV e integrante del cuerpo, Jorge Landau, para armar el cronograma de debates y la lista de invitados, que incluirá a referentes de la Cámara Nacional Electoral y funcionarios de Córdoba y Santa Fe (donde ya se utiliza la boleta única), entre otros.
Pero es sabido que el Frente para la Victoria no avala ese sistema de votación, ya que perjudica a la militancia que tradicionalmente reparte las boletas antes de cada elección.
NA.