Todavía nos encontramos inmersos en la web 2.0, pero el siguiente nivel ya está aquí. Se trata de la web 3.0 la versión de Internet en la que los datos cobran mayor protagonismo y los usuarios son el epicentro de esta revolución La Web 3.0, o Web3, ya está en marcha y se sitúa varios pasos por delante de la web 2.0, en cuanto a las posibilidades que empresas y organizaciones pueden ofrecer: mejores servicios y aplicaciones a través de Internet. Podemos decir que esta tercera generación se caracteriza por ser inteligente, al permitir que las aplicaciones web se conecten entre sí para personalizar la navegación. El desarrollo de tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial y Blockchain está favoreciendo el impulso de esta evolución de la web, perfilando realmente qué es. A través del uso, almacenamiento y análisis de datos, y sobre todo el aprendizaje automático, se puede crear ese perfil único de cada usuario que mejora su experiencia de navegación aportando funcionalidades desconocidas hasta ahora. La tecnología Blockchain favorece la descentralización de la red para cambiar la relación que establecen los usuarios con grandes empresas, instituciones, y con otros usuarios, para depositar la confianza de estas relaciones en la tecnología de bloques, y la seguridad que ésta ofrece. Es decir, el blockchain aporta fiabilidad para que sean los propios usuarios y creadores de contenidos los que controlen sus aportaciones o sus preferencias a la hora de navegar, en lugar de dejarlo en manos de grandes empresas tecnológicas. La Web3 es más autónoma y fiable ya que los datos no dependen de las grandes empresas o instituciones, sino que es cada persona quien decide cómo actúa o interviene en la red. Si quieres saber más: ¿Qué es la Web 3.0 y cuáles son sus características? - Telefónica (telefonica.com) Características de la Web3 y aplicaciones reales que debes conocer |
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El concepto Web 3.0 no es lo mismo que la Web3, al menos para los entusiastas de esta última. El primero es heredero nominal de la Web 2.0 que pretendía resaltar la evolución lineal de Internet. Era la llamada web semántica en la que el uso del lenguaje natural ganaba importancia y en el que las búsquedas ya no se basaban en palabras clave simples, como en un idioma para máquinas, sino que se adaptarían a la manera de hablar habitual de las personas.
Internet ya servía para leer y escribir. Entre 2005 y 2020 tomaron fuerza los blogs y aparecieron las redes sociales. Ya eran muchos usuarios los que podían ver contenido y publicarlo de forma sencilla. Sin embargo, todo empezó a estar centralizado en pocas compañías. Google, Facebook, Amazon o Apple copan la mayor parte de los servicios que usamos hoy en día.
Pero la llegada de la Web3 supone una nueva revolución ya que permite leer, escribir… y tener la propiedad de una parte de esa Web. Esta evolución hace posible que Internet sea propiedad de los desarrolladores y de los usuarios ya que con esta nueva modalidad pueden poseer tokens de un determinado proyecto, con lo que de alguna manera tienen una parte de este, y que también les permite ciertas formas de gobernanza sobre los proyectos.
Es lo que se denomina Internet del valor, que propicia nuevos actores, tecnologías y estándares.
Si quieres saber más: La Web3: en qué consiste esta evolución de Internet (blogthinkbig.com)
Internet segura y accesible para todos
«El Contrato para la Web nos da una hoja de ruta para construir una mejor web. Pero esto no sucederá a menos que todos nos comprometamos con el desafío. Los gobiernos necesitan fortalecer las leyes y regulaciones para la era digital. Las empresas deben hacer más para garantizar que la búsqueda de beneficios no vaya en detrimento de los derechos humanos y la democracia. Y los ciudadanos deben responsabilizar a quienes están en el poder, exigir que se respeten sus derechos digitales y ayudar a fomentar una conversación saludable en Internet. Depende de todos nosotros luchar por la Red que queremos», Sir Tim Berners-Lee.
El creador de la World Wide Web lanzó el primer plan mundial de la historia que establece acciones concretas que los gobiernos, empresas y ciudadanos deben adoptar para garantizar una Internet segura y accesible para todos.
Telefónica se adhiere a la iniciativa “Contract for the web”, impulsada y presentada por Sir Tim Berners Lee, en el marco del Foro de Gobernanza de Internet celebrado en Berlín en 2019. El Contrato para la Web supone un punto de partida para establecer un Nuevo Pacto Digital con el objetivo de conseguir una digitalización centrada en las personas, tal y como proponemos en nuestro Manifiesto Digital.
“Contract for the web" que ha sido ya respaldada por más de 150 organizaciones, desarrolla un conjunto de principios para que los gobiernos, las empresas y los ciudadanos protejan una web abierta y segura para el bien de la humanidad, basados en tres ejes principales:
· Hacer que Internet sea accesible y asequible para todos
· Respetar la privacidad de los consumidores y sus datos personales
· Desarrollar tecnologías para el bien de la sociedad, dando prioridad a las personas.
En Telefónica creemos firmemente que los procesos que tienen en cuenta a todos los actores de nuestro ecosistema son la forma de alcanzar soluciones conjuntas para proteger la Internet abierta, tal y como fue creada hace 30 años por Sir Tim Berners Lee y que es la herramienta fundamental para conseguir una sociedad más inclusiva y justa.
Si quieres más información: Telefónica suscribe el Contract for the Web para no dejar a nadie atrás en la digitalización - Telefónica (telefonica.com)
Y tú, ¿Qué beneficios crees que nos traerá el futuro de Internet? 





Un aprendizaje autónomo, personalizado y empoderado ya que el alumno es el dueño de su formación.




