La tensión política y las expectativas económicas seguirán atadas esta semana a las negociaciones para cerrar el acuerdo con el FMI. El Gobierno pretende coronar el entendimiento por la deuda entre este lunes y el viernes, aunque deja trascender que aún restan resolver algunos puntos. El paso siguiente es elCongreso, que sigue virtualmente paralizado a la espera del proyecto general y de la “letra chica”. Sólo la dramática realidad de los incendios en Corrientes impuso un tema por afuera de esa agenda.
El apuro del Gobierno para consagrar el acuerdo con el Fondo combina factores políticos y los fuertes compromisos de pago en marzo. Una vez concluidas las tratativas con el equipo técnico, el texto deberá ser avalado por Diputados y el Senado, y como último paso por el directorio del organismo internacional.
Alberto Fernández se mantuvo en contacto durante el fin de semana con Martín Guzmán. Fuentes del Gobierno dejaron trascender que hubo un encuentro formal en Olivos. El ministro de Economía sigue siendo cuestionado con dureza por el kirchnerismo y genera prevenciones en Sergio Massa y legisladores vinculados a gobernadores peronistas.
El titular de Diputados viene trabajando para recomponer equilibrios en el bloque oficialista, que no termina de acomodar su interna a tres semanas de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia de la bancada. Tampoco aparece sencilla la situación el Senado, en medio del silencio que se impuso Cristina Fernández de Kirchner como expresión de malestar con el principio de acuerdo sobre la deuda.
El Presidente y sus ministros de confianza, sobre todo Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, trabajan para ordenar a los legisladores a partir de los gobernadores del PJ. Eso impacta de manera más directa en la Cámara alta. Y provocó fuerte malestar en la conducción del bloque, a cargo del formoseño José Mayans, y en el círculo más cercano a Cristina Kirchner.
En el marco de las internas, fueron cambiando los planes para avanzar en el Congreso una vez que esté cerrado el entendimiento con el FMI. El proyecto entrará por Diputados y finalmente incluirá, tal vez como anexo, todos los detalles o “letra chica”.
Por lo pronto, el trámite formal y la llegada al recinto parecen asegurados por la decisión de dar quórum que anunció Juntos por el Cambio. El interrogante gira alrededor del modo en qué procesará sus disputas el Frente de Todos. Una fisura al momento de votar o un respaldo acotado constituirían una mala señal política.
Fuera del asunto casi excluyente de la deuda, los incendios en Corrientes -y en parte de Misiones- terminaron de convertirse en un punto político fuerte. Al margen de las cuestiones técnicas, expuso la disputa entre el Gobierno y la oposición, a la vez que mostró otro capítulo de los conflictos internos en el oficialismo.
La escalada, en medio del drama que representa desde el punto de vista medioambiental y económico, mostró al ministro Juan Cabandié enredado en polémicas antes que como representante del Ejecutivo al frente de la lucha contra los incendios.
Los cruces adquieren mayor relieve porque el correntino Gustavo Valdés es uno de los tres gobernadores de la UCR. La polémica adquiere un marco especialmente negativo como choque entre oficialismo y oposición. Y a eso se suman las diferencias en las propias filas oficialistas, en medio del silencio sobre el tema que mantiene hasta ahora el Presidente. La presencia de Sergio Berni y algunas de sus declaraciones potenciaron la situación.