Dentro del programa HERENCIA CITROËN, CITROËN Argentina recorre los principales modelos clásicos de la marca y los atributos más destacados de cada uno de ellos que pudieron disfrutar los clientes en nuestro país y el mundo. En esta ocasión, disfrutaremos del CITROËN CX, el elegido por las celebridades en el mundo. CITROËN cuenta con una rica historia de más de 100 años en el mundo con destacados modelos e innovaciones tecnológicas muy dignos de contar. CITROËN Argentina con ese objetivo creó el programa HERENCIA CITROËN. Y en este nuevo capítulo, es el turno del CITROËN CX, una de las tantas joyas de la marca que en los 80 y 90 enamoró a muchos. El Citroën CX fue un automóvil del segmento E producido por la marca entre los años 1974 y 1991. Los primeros al llegar a Argentina fueron en el 1979. Citroën lo presentó en el Salón del automóvil de Paris en 1974, y a partir de allí el Citroën CX fue el buque insignia de la Marca hasta la llegada del XM en 1991. Cuando Paul Mc Cartney visitó la Argentina el 10 de diciembre de 1993, pidió exclusivamente que lo fueran a buscar al aeropuerto en un Citroën CX con el que quiso quedarse durante su estadía en nuestro país para manejarlo junto a su mujer y sus tres hijos. Asimismo, este modelo se convirtió incluso en el automóvil presidencial de la época en Francia. Su coeficiente aerodinámico, un hito en la época, era de 0,35. De ahí le viene el nombre heredado. Fue el primer modelo de la marca en tener un motor transversal. Ofreció motorizaciones nafteras, diésel y turbo-diesel y llegó a ser el diésel más rápido del mundo. Contaba con la exclusiva dirección Diravi, desarrollada por Citroën y asistida por la bomba hidráulica que alimentaba la suspensión hidroneumática. El Citroën CX fue elegido Auto del Año en Europa en 1975 además de recibir otros galardones en distintos países del mundo. Algunas de las causas de estos premios eran: el limpiaparabrisas de una sola cuchilla, la tracción delantera y la suspensión hidroneumática, las llantas de aleación ligera, el techo vinílico, entre otras. Sus creadores fueron Robert Orpon, también creador del GS, que se responsabilizó por su diseño exterior con una línea fluida y aerodinámica. Su particularidad era una sorprendente luneta encorvada que se integraba perfectamente a estas líneas, así como también su baúl sin puertas a pesar de su silueta bicuerpo. Por otro lado, Michel Harmand asombró a todos con el bellísimo interior. Y su particularidad fue un asombroso cuadro de mandos completamente accesible sin tener que sacar las manos del volante. En Argentina puntualmente se comercializó entre 1979 y 1982 y fue un éxito como lo fue en todo el mundo. Fueron más de un millón las unidades vendidas mundialmente durante sus 18 años de producción (1974-1991).
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