Superamos las 2 millones de dosis aplicadas de las distintas vacunas contra la COVID-19 que se están utilizando en el país. Es una buena noticia, pero la semana no estuvo exenta de problemas. El martes último, en los centros vacunatorios del Luna Park y de San Lorenzo, en la Ciudad de Buenos Aires, miles de personas mayores de 80 años hicieron largas filas y debieron esperar bajo el sol para recibir la vacuna.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, argumentó que no se dimensionó “de manera apropiada” la cantidad de acompañantes de personas mayores de 80 años. Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad, dijo que “saltaron los tapones”, entre otros motivos, por la inhabilitación de centros debido al déficit de refrigeración para la vacuna Sputnik V, y la falta de previsión de los horarios de las personas mayores y su acompañamiento.
Por otro lado, desde que llegó a nuestro país, la vacuna de Sinopharm, producida en China y aún no autorizada por la Anmat para mayores de 60 años, comenzó la vacunación a docentes. El Consejo Federal de Educación estableció 5 grupos de prioridad. El primer grupo lo conforman: el personal de dirección y gestión; el personal de supervisión e inspección y los docentes frente a alumnos de nivel inicial, de primario (1°, 2° y 3° grado) y de educación especial.
La educación en pandemia. El presidente Alberto Fernández hizo referencia durante su discurso ante al Congreso a la producción de recursos educativos en soporte digital, papel, televisivo y radial durante 2020. Diferentes estudios, incluso uno oficial, evidencian el bajo uso de estos materiales por parte de los docentes. La falta de recursos para la educación durante la cuarentena profundizó las diferencias entre los estudiantes con distintas realidades socioeconómicas. |
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