Como dice la propia OMS, el coronavirus representa una amenaza desconocida para la población. Esa naturaleza es la que impide poder realizar predicciones sobre cómo puede evolucionar y cuál va a ser el impacto que tendrá en la sociedad y, en consecuencia, las medidas que habrán de tomarse.
El propio Gobierno reconoció este martes que no es posible conocer cuál es el escenario más probable. Durante la comparecencia telemática que ofreció el ministro de Sanidad, Salvador Illa respondió a DIRIGENTES que el gobierno está "trabajando en escenarios de todo tipo. No hay uno más probable ni menos probable".
En ese sentido, y atendiendo a "la evidencia científica", Illa reconoció ante las cuestiones de este medio que "no se puede descartar nada", en referencia a una nueva paralización de las actividades no esenciales, que se reanudarán este lunes 13 de abril. "El Gobierno dará a conocer los términos, si es que los hubiera, de esta variación", dice el titular de Sanidad, con respecto a la vuelta a las condiciones que marcaba el Estado de Alarma en sus primeras dos semanas de aplicación.
Desde su punto de vista, el "ejemplar cumplimiento de la ciudadanía española va a servir para ir avanzando etapas" y, de hecho, el aumento de los contagios se cifraba en el 22% al inicio de las medidas de confinamiento, mientras que ahora esas cifras rondan el 5%. En ese sentido, Illa afirma que la paralización ha beneficiado el freno de los contagios.
Por otro lado, ante las dificultades para importar material médico, el Gobierno ha activado la producción nacional de productos básicos para la atención sanitaria. Según confirmó Illa, España está trabajando para poner en marcha la fabricación de test de diagnóstico rápido que podría ayudar a conocer la magnitud de la pandemia en nuestro país. Por otro lado, explicó que "ya hay algunos laboratorios y empresas españolas que fabrican los test de diagnóstico PCR".
La patronal avisa de las consecuencias
Desde la patronal, la CEOE acogió la nueva prórroga del Estado de Alarma reiterando su apoyo al Gobierno, si bien advirtió de que este nuevo plazo "podría hcaer más profunda la recesión económica en la que ya están sumidos muchos sectores y empresas". En esa línea, pidió la suspensión de tributos como el IVA, IRPF o las cotizaciones a la Seguridad Social, así como la ampliación del primer tramo de avales hasta los 50.000 millones de euros, desde los 20.000 iniciales.
En cuanto a las consecuencias de las medidas de paralización de la economía, los análisis de la CEOE estiman que acabarán teniendo unas consecuencias "mayores que las inicialmente previstas". Así, el departamento de Economía de la organización afirma que "España volverá a entrar en recesión en 2020", con una caída del PIB de entre el 5% y un 9%, que serían los escenarios más optimista y pesimista, respectivamente.
Por el contrario, en 2021 la economía española rebotaría un 5,2%, en el escenario más optimista. Lo que sería más difícil de recuperar es el empleo. En el mejor de los casos, 445.000 personas dejarían de estar ocupadas, en términos de EPA, y el paro crecería hasta el 16,5%, con un incremento de más de medio millón de personas, hasta alcanzar los 3,8 millones.
En el caso de que tuvieran que alargarse las medidas de confinamiento, en una posibilidad que el Gobierno no descarta, podrían perderse casi 800.000 ocupados. En lo que respecta al desempleo, se contabilizarían 912.000 parados más, hasta alcanzar una tasa de desempleo del 18% (4,3 millones).