Tenemos un Presidente que en su primer mensaje a
la nación nos hablo con la verdad, nos invito al dialogo y al
trabajo en común, para reconstruir lo destruido, pero no habían
pasado 24 hs que ya tenia gremios que pararon el transporte en el
ferrocarril Roca, el presidente ni lerdo ni perezoso a los 7 días ya
tenia un paquete de medidas que en forma inmediata ponía en
ejecución y otras que enviaba al Congreso para su tratamiento y
sanción, pero quienes son los corresponsables directos o indirectos
del derrumbe y de los escombros encontrados, inicialmente se
resistieron a dar quórum en la Cámara de Diputados, luego la
realidad los obligo a dar el necesario quórum.
Es decir, de inmediato comenzaron a funcionar los
eternos pone palos a la rueda, o algunos ingenuos idealistas que
transitan el camino de la utopía, u otros apresurados que con su
lengua viperina solo logran enturbiar las aguas, sin tomar en cuenta
el tiempo transcurrido y considerar el verdadero quebradero de
cabeza que nos dejaba Macri
Acciones que obstaculizan como las descriptas solo
pueden definirse según el caso como de irresponsabilidad o ceguera
política, pero la realidad es de traición al mandato de los
ciudadanos.
Lo encontrado es tierra arrasada, que esta
administración debe tomar a su cargo, esto hace indubitable y
comprensible que puedan cometerse eventuales errores tanto de
análisis como en cuanto a las soluciones propuestas o en su
ejecución, pero justamente aquí es donde debe accionar el
Parlamento ya que es su función delegada por el pueblo la de debatir
las soluciones propuestas por el Ejecutivo para corregirlas,
modificarlas o aprobarlas según correspondiere y cuando halla
errores en su ejecución están los ciudadanos libres de pensamiento
y compromisos para advertirlo junto con la prensa libre,
independiente y honesta.
Las muchas décadas de ininterrumpida decadencia
hastiaron al pueblo en su conjunto y este sentimiento se manifestó
en las pasadas elecciones reflejando y dando una vez más sustento y
fuerza a la expresión “vox populi, vox Dei” es decir “la
voz del pueblo es la voz de Dios” nunca con más certeza, exactitud
y verdad puede utilizarse esta expresión para definir e interpretar
el mensaje de las urnas.
En este mensaje esta latente el clamor de que
enfrentemos y demos batalla a la tremenda maraña tejida durante años
de intereses existentes e interrelacionados entre sí que llevaron al
país a este estado de indefensión y ¿Quiénes son y lo
representan? Parte de la dirigencia política, empresaria, y
sindical a la que debemos sumar algunos jueces y contadores que con
su accionar permitieron y permiten, protegieron y protegen, ocultaron
y ocultan la corrupción, a los corruptos y corruptores, encubiertos
o no,
pero sí ciertos,
perceptibles e identificables que con su accionar sumieron a la
República a un estado de permanente crisis. He aquí el gran desafío
Pues bien el Presidente Alberto Fernández en un
proceder totalmente inverso al gradualismo de Macri toma el toro por
las astas y con un shock de medidas trata de reactivar las
variables económicas más sensibles, enviando señales claras y
firmes a nuestros acreedores, a los mercados en general, dando
confianza y generando positivas expectativas que alientan la
inversión y el trabajo, evidentemente es un buen comienzo pero no es
suficiente dado a que las mediadas anunciadas imponen el esfuerzo
solo a los privados y a los sectores productivos con una muy seria
presión impositiva que grava en especial a aquellas actividades que
son las mayores proveedoras de divisas, donde se encuentran todas las
economías regionales que deberán soportar este duro ajuste.
Pero como al igual que el tango que se baila de a
dos, es necesario que el gobierno nacional, los provinciales y los
municipios anuncien y pongan en ejecución un programa de
racionalización de sus administraciones para hacer igualitario el
esfuerzo y es aquí donde deberían comenzar a dar el ejemplo los
legisladores con el congelamiento de sus dietas y la disminución de
gastos de representación y cantidad de asesores, quienes trabajan
en la justicia que deberán asumir su responsabilidad y esfuerzo
aceptando el pago de sus obligaciones impositivas como lo hacen el
resto de los aportantes y en igual forma les corresponde todos
aquellos que gozan de beneficios de privilegio que se les deberá
igualar su condición al resto de los ciudadanos.
Si este igualitario esfuerzo y pautas se cumplen
ya que en definitiva es lo justo y equitativo no dudemos que
comenzamos a transitar un camino lleno de escollos, trampas y
frustraciones, por ello asumamos que solo con entereza, solidaridad,
desprendimiento, esfuerzo y trabajo llegaremos al destino que todos
ambicionamos el del crecimiento sostenido e igualitario de todos los
argentinos. De lo contrario todo se cambió para que nada cambie.
Comenzamos un nuevo año y venimos de festejar la
Navidad con su mensaje de amor, concordia y deseos de prosperidad,
en esta ocasión lo hacemos con una nueva administración en la que
estamos esperanzados que pueda concretar estos deseos y propósitos,
esto nos indica e impone que abramos nuestro pensamiento y con buena
voluntad nos unamos y colaboremos todos para que así sea.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER