Comenzamos la semana con una corrección en el índice, tras una baja generalizada de los líderes, especialmente los principales bancos, con pocas y muy contadas excepciones.
Cabe destacar la baja en el crudo, que hicieron sucumbir a los fondos cotizantes de petróleo, así como a numerosas petroleras, entre ellas PBR e YPF. Esto se contextualiza tras los duros vaivenes entre la administración Trump y la OPEP, que con las nuevas presiones de EEUU parecería flexibilizar momentáneamente la política de precios.
En cuanto a la baja del mercado argentino, todo esto se enmarca en un lunes en el que el Banco Central volvió a subir la tasa de interés, que contuvo y golpeó al dólar, para dejarlo nuevamente sobre la banda inferior. Nuevamente Argentina se encuentra en la disyuntiva, aunque se manifiesta con claridad que las autoridades monetarias apuestan fuertemente por alcanzar la estabilidad del equilibrio cambiario. Aun así alcanzar esa estabilidad parecería posible, en tanto los saldos de transferencias recibidas se sostienen en un nivel aceptable, y el país proyecta un importante superávit comercial tras la devaluación del año pasado. El frente externo, de esta forma, se normalizaría, lo cual de hecho permitió al BCRA bajar fuertemente la tasa de interés desde fines de 2018 hasta las fechas actuales. No hubo, como se podría haber sospechado, una descobertura en las tasas de interés respecto a las internacionales. Al menos, mientras no existan tensiones internacionales que compliquen, otra vez, a los emergentes.
Mauro Morelli
Analista
Cabe destacar la baja en el crudo, que hicieron sucumbir a los fondos cotizantes de petróleo, así como a numerosas petroleras, entre ellas PBR e YPF. Esto se contextualiza tras los duros vaivenes entre la administración Trump y la OPEP, que con las nuevas presiones de EEUU parecería flexibilizar momentáneamente la política de precios.
En cuanto a la baja del mercado argentino, todo esto se enmarca en un lunes en el que el Banco Central volvió a subir la tasa de interés, que contuvo y golpeó al dólar, para dejarlo nuevamente sobre la banda inferior. Nuevamente Argentina se encuentra en la disyuntiva, aunque se manifiesta con claridad que las autoridades monetarias apuestan fuertemente por alcanzar la estabilidad del equilibrio cambiario. Aun así alcanzar esa estabilidad parecería posible, en tanto los saldos de transferencias recibidas se sostienen en un nivel aceptable, y el país proyecta un importante superávit comercial tras la devaluación del año pasado. El frente externo, de esta forma, se normalizaría, lo cual de hecho permitió al BCRA bajar fuertemente la tasa de interés desde fines de 2018 hasta las fechas actuales. No hubo, como se podría haber sospechado, una descobertura en las tasas de interés respecto a las internacionales. Al menos, mientras no existan tensiones internacionales que compliquen, otra vez, a los emergentes.
Mauro Morelli
Analista
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