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El Banco Central Europeo mantuvo el jueves sin cambios su política monetaria, anunciando solo un leve cambio en el lenguaje sobre sus planes futuros, que contemplan acabar con las compras de bonos este año y conservar los tipos de interés en mínimos históricos al menos hasta el próximo verano.
Ante un repunte de la inflación y un crecimiento que se ha estabilizado a un ritmo relativamente saludable, el BCE ha ido retirando los estímulos mediante pequeños pasos. Es probable que siga avanzando muy lentamente, ante el temor de que algún acontecimiento de gran magnitud desate turbulencias financieras y descarrile años de trabajo.
En una decisión esperada, el BCE dijo que reducirá a partir de octubre las compras de bonos a 15.000 millones de euros al mes, mandando un mensaje más contundente que antes, cuando decía que "anticipaba" dicha decisión. Pero sigue manteniendo su expectativa de que el programa de compra de activos por valor de 2,6 billones de euros finalice antes de que acabe el año, lo que sugiere que la decisión formal sobre la finalización de la flexibilización cuantitativa vendrá más adelante.
El banco mantuvo sin cambios su orientación futura sobre los tipos de interés, un elemento que se vigila muy de cerca ya que marca el rumbo de la política monetaria durante los próximos doce meses, un horizonte inusualmente largo para un banco central.
"El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés claves del BCE se mantengan en sus niveles actuales al menos durante el verano de 2019, y en todo caso durante el tiempo que sea necesario", dijo, repitiendo sus proyecciones.
La atención se dirige ahora a la conferencia de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, a las 1230 GMT, en la que presentará las proyecciones macroeconómicas trimestrales. Los mercados también estarán pendientes de si Draghi mantiene la postura del BCE de que los riesgos de crecimiento están ampliamente equilibrados.
Es improbable que los pronósticos de inflación cambien, según mostró un sondeo de Reuters a analistas, pero las perspectivas de crecimiento están sujetas a riesgos bajistas debido al aumento del proteccionismo comercial y las turbulencias económicas en mercados emergentes clave.
Con la decisión del jueves, el tipo del BCE sobre depósitos bancarios a un día, que actualmente es su principal herramienta de tipos de interés, se mantiene en el -0,40 por ciento.
El tipo de refinanciación principal, que determina el coste del crédito en la economía, se mantuvo sin cambios en el 0,00 por ciento, su mínimo histórico, mientras que el tipo de facilidad crediticia marginal -el tipo de endeudamiento de emergencia para los bancos- se mantiene en el 0,25 por ciento.
reuters
