Marcelo Tinelli fue a visitar a Elisa Carrió para solicitarle que no lo sume a sus denuncias de corrupción en la AFA y a cambio le aportó información sobre Hugo Moyano y Daniel Angelici.
Claudio "Chiqui" Tapia es el nuevo presidente de la AFA escoltado por Moyano, su suegro, y Angelici. "¿Esta mafia es la renovación de AFA? Peor que Gondona. ¿Cómo pasan un tribunal de ética?", posteó Carrió con una foto del trío, a poco del acto de asunción en la sede de calle Viamonte.
Tinelli se quedó afuera de la conducción de la AFA, pese a ser artífice de contrato de televisión con Fox y Turner, pero no fue una jugada inocente: negocia quedarse a cargo de la Superliga, donde recaería el 80% de los ingresos televisivos.
De eso fue a hablar con Carrió, quien lo había maltratado por sus diferencias con Macri y lo recibió echada en su cama, habitual en ella.
Tinelli le acercó dos vinos Catena Zapata, pero olvidó que a Lilita le gusta fumar pero no bebe nada de alcohol. "Dejalos en el mueble. Alguien los va a tomar", lo ninguneó. Y le ofreció un pedazo de torta con jamón y queso, medio quemada.
El animador televisivo le relató el contrato que firmó con Fox y Turner en Estados Unidos y el rol que tendrá el trío que conduce la AFA.
Pero sobre todo, ahondó en las mañas de Angelici, a quien Carrió le disputa el rol de operador en la justicia federal desde diciembre de 2015. Macri jamás logró que dejara de atacarlo.
"Él me manda a operar y luego no me defiende", protesta Angelici ante sus más allegados, a quienes les confiesa que se siente sin roles en el gobierno. "Con Macri sólo hablo de Boca", se lamenta por estos días.
Otro golpe lo recibió cuando denunciaron al presidente de la AFI Gustavo Arribas, cercano al presidente de Boca, por recibir un depósito de 600 mil dólares del cambista brasileño Leonardo Meirelles en una cuenta suiza. Carrió no tardó en ir a la justicia a pedir explicaciones. Quería hostigar a Angelici.
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