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LA EXTRAÑA TRAMA DETRÁS DE LA “DENUNCIA” A LA AMIGA DE NISMAN

La modelo Florencia Cocucci fue supuestamente acusada de extorsiones y estafas por miles de dólares con situaciones de sexo y un reloj Cartier robado. La “denuncia” no solo nunca fue presentada en la Justicia: su supuesto titular es un cartonero de una villa de Olivos

Por Federico Fahsbender para Infobae

La modelo marplatense Florencia Cocucci saltó a la fama por sus fotos con el fallecido fiscal Alberto Nisman durante un viaje a Cancún. Cocucci siempre negó un involucramiento romántico o sexual con el ex jefe de la UFI AMIA, y declaró en la causa ante la fiscal Viviana Fein, sin aportar información de valor. Hoy, el problema para ella es un poco más extraño, de la mano de un escrito de seis páginas que llegó a manos de editores en varias redacciones periodísticas. El documento pretende ser una presentación judicial. Suena bastante serio, al menos en los supuestos crímenes que señala. Sin firma de recepción o membrete alguno, tampoco con una fecha adjunta, aunque es a simple vista luces reciente, se dirige al “señor juez o juzgado de instrucción de turno”. El objetivo: acusar a Cocucci por el delito de “estafa, extorsión y robo”.
En su acusación, el denunciante relató cómo conoció a la modelo marplatense hace “aproximadamente dos años”, contó que tenían una relación de “visitas esporádicas” en “diferentes hoteles alojamiento de Capital Federal”, y que ocurrió sin mayores sobresaltos hasta que el acusador notó “cambios en su comportamiento, como por ejemplo demandas económicas”. El denunciante continuó: “Me solicitaba un intercambio dinerario por cada hora que yo la veía, cosa que yo acepté”, con una frecuencia casi semanal en un hotel del microcentro porteño. A mediados de agosto último, Cocucci, según este relato, le habría pedido a este hombre “12 mil dólares” con el fin de “realizar una inversión en una casa de masajes terapéuticos, con la promesa de ponerme dentro de la sociedad”, para luego dejar de atenderle el teléfono a su supuesto amante. Por cada encuentro sexual, el denunciante admitió abonar “cinco mil pesos”.

Fuente: Infobae