No
se trata en este caso de trabajar sobre reformas a la Justicia
entendida como sistema judicial, sino de afirmar la justicia como un
valor. La palabra "justicia" tiene las dos acepciones.
Mucho se ha escrito desde la Antigüedad sobre la justicia como valor
o virtud. Aristóteles, Platón, Cicerón, entre muchos otros, han
aportado reflexiones de gran hondura sobre el tema.
Para
el gran jurista romano Ulpiano, la justicia es la "constante y
perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho" ("Iustitia
est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi").
Claro que "su derecho" o "lo suyo" no siempre es
fácil de determinar. Hans Kelsen, en "¿Qué es la justicia?",
repasa distintas concepciones a lo largo de la historia, para
concluir que es imposible una definición. Sin embargo, en la mayor
parte de los casos un observador neutral coincidirá con otro en
identificar si una acción es justa o no.
El
propósito del programa es alentar a la sociedad a hacer propio ese
valor. No hay que esperar la acción del Estado. Si todos (o una gran
parte) nos comportamos de manera justa, es decir, si guiamos nuestras
acciones sobre la base de la justicia y no de nuestros más estrechos
intereses egoístas, no solo nos comportaremos mejor desde un punto
de vista moral, sino que incrementaremos la confianza en las
relaciones recíprocas con nuestros conciudadanos, sin la cual será
imposible crecer, favorecer la creación de riqueza y distribuirla
equitativamente.
Las
sociedades más avanzadas son aquellas en las que el sentido de lo
justo o del "fair play" está más desarrollado. En ellas,
la confianza entre las personas permite que haya menos regulaciones.
Aunque parezca paradójico, a mayor anomia, más normas. Y a la
inversa: cuanto menos se cumplen, más leyes se sancionan. Cada
conflicto, cada problema, pretende solucionarse con una ley nueva,
hecha a la medida de ese caso. Hay algo de pensamiento mágico en esa
creencia en que el mero dictado de normas modifica la realidad.
Cuando el suelo es infértil, sembrar normas solo produce la
sensación efímera de que se está haciendo algo, como para salir
del paso.
Por
eso, “Justo Vos” procura, mediante distintas estrategias, ir al
fondo del asunto. Reformar el sistema judicial es necesario – y a
ello apunta el programa “Justicia 2020” -, pero empezar a
reformar nuestras actitudes es imprescindible.
Es
un programa ambicioso, pero muy necesario, que conduce con envidiable
entusiasmo el Secretario de Planificación Estratégica del
Ministerio de Justica de la Nación. Ojalá que logre la
participación activa de la sociedad civil.