Descensos al cierre de las bolsas europeas en una jornada con escasas referencias para los inversores y en la que las pérdidas se han impuesto desde comienzos de la sesión. El volumen de contratación ha sido baja, así como la volatilidad (máximo intradía Eurostoxx 50 3.038 puntos, mínimo 3.017 puntos, cierre -0,74% a 3.020 puntos)
El día se iniciaba con un comportamiento mixto en las bolsas asiáticas. Por un lado larevisión alza del crecimiento del PIB de Japón en el primer trimestre del año (+1,9% vs +1,7% anterior) permitía que el Nikkei 225 cerrara con subidas cercanas al punto porcentual. Por otro veíamos caídas en la bolsa china ante el mal dato de ingresos al por menor en el país, y la decepcionante balanza comercial en el último mes por debajo de las previsiones.
Antes de la apertura de las bolsas europeas conocíamos la rebaja en la proyección de crecimiento global por parte del Banco Mundial (2,4% frente la previsión del 2,9% de enero). El Banco Mundial rebajó su previsión de crecimiento para 2017 hasta el 2,8% desde el 3,1% anterior.
Las bolsas del viejo continente abrían con descensos cercanos al medio punto porcentual y un bajo volumen de negociación. El sector financiero lideraba los descensos por las noticias de la venta de un instucional de acciones del banco austriaco Erste.
Un hecho destacado de la jornada era el inicio del programa de compra de bonos corporativos por parte del BCE. Se conocían las compras de bonos de Telefónica y Generali entre otros. Sin embargo, esto no afectaba a la renta variable europea que se mantenía con descensos cercanos al medio punto porcentual a media jornada.
La apertura moderadamente alcista de Wall Street, en línea a lo que apuntaban los futuros, tampoco tenía incidencia en las bolsas del viejo continente. Ni tan siquiera la publicación de la encuesta JOLTs de EE.UU. en el mes de abril, que superaba las previsiones del mercado.
Poco más tarde se daban a conocer los inventarios semanales de energía en EE.UU. donde se mostraba una caída por encima de las previsiones. El petróleo, alcista durante toda la sesión, mantenía los ascensos por encima del punto porcentual.
Poco más que destacar.
En este cierre de mercado queremos dar una visión fundamental y técnica de la renta variable actual. La fundamental corre a cargo de Hugo Anaya Tapia de JP Morgan que en un interesante análisis afirma:
Razones para mantenerse infraponderado en la renta variable.
· Como sabéis nuestros estrategas de Renta variable están recomendando infraponderar (UW) en Equity desde el 30 de Noviembre del año pasado (por primera vez desde el 2007), y nuestros estrategas de Asset Allocation recomiendan el OW en Crédito vs UW en Equity. Si no fuera por la situación en US, merecería la pena la bolsa Europea, pero si llega la corrección del S&P500, las bolsas Europeas caerán también.
Ahora creen que los tres grandes pilares sobre los que se basaba el buen comportamiento de los últimos años del S&P500 están agotados para el medio plazo.
1) Márgenes empresariales pasado desde mínimos desde la WWII a máximos históricos. Ahora presionados por unas ventas creciendo a peor ritmo que los incrementos salariales, una productividad baja en un entorno de aumento de los costes laborales unitarios.
2) Spreads de crédito HY y HG estrechando sistematicamente en el mercado. Ampliándose ahora desde Junio del 2014, incluso ex energía han ampliado en 210pb.
3) Fed expandiendo su balance. Ahora sin margen para ayudar, cuando el desempleo está ya al 4.7%.
La visión técnica nos la ofrece Eduardo Faus de Renta 4 Banco con el título: "Los índices esperan comprimidos el culebrón del año"
A falta de dos semanas para el esperado referéndum inglés el próximo jueves 23 de junio, los índices se encuentran acotados entre referencias clave.
En esa situación de espera los niveles aparecen claros y claves. Ejemplificándolo en el IBEX35 los 8550 puntos se muestran como el soporte clave a respetar y la franja de los 9200-9550 puntos, como su auténtica muralla.
Los ríos de tinta comienzan a intensificarse al igual que los vaivenes en las encuestas, que ahora parecen inclinarse hacia una intención de salida. Y aclaro salida porque un resultado positivo en la encuesta no trae una salida inmediata de la Unión europea. El Tratado de Lisboa en su artículo 50 contempla esta posibilidad, y en caso de salir favorable a salir de la misma se abriría un largo plazo de dos años en los que Inglaterra y la Unión debatirían.
Pese lo anterior los mercados lo acentúan todo y lógicamente un resultado lejos de sus intereses, pese a que no tuviera repercusiones inmediatas, probablemente se acogería de forma exagerada.
Antes de la apertura de las bolsas europeas conocíamos la rebaja en la proyección de crecimiento global por parte del Banco Mundial (2,4% frente la previsión del 2,9% de enero). El Banco Mundial rebajó su previsión de crecimiento para 2017 hasta el 2,8% desde el 3,1% anterior.
Las bolsas del viejo continente abrían con descensos cercanos al medio punto porcentual y un bajo volumen de negociación. El sector financiero lideraba los descensos por las noticias de la venta de un instucional de acciones del banco austriaco Erste.
Un hecho destacado de la jornada era el inicio del programa de compra de bonos corporativos por parte del BCE. Se conocían las compras de bonos de Telefónica y Generali entre otros. Sin embargo, esto no afectaba a la renta variable europea que se mantenía con descensos cercanos al medio punto porcentual a media jornada.
La apertura moderadamente alcista de Wall Street, en línea a lo que apuntaban los futuros, tampoco tenía incidencia en las bolsas del viejo continente. Ni tan siquiera la publicación de la encuesta JOLTs de EE.UU. en el mes de abril, que superaba las previsiones del mercado.
Poco más tarde se daban a conocer los inventarios semanales de energía en EE.UU. donde se mostraba una caída por encima de las previsiones. El petróleo, alcista durante toda la sesión, mantenía los ascensos por encima del punto porcentual.
Poco más que destacar.
En este cierre de mercado queremos dar una visión fundamental y técnica de la renta variable actual. La fundamental corre a cargo de Hugo Anaya Tapia de JP Morgan que en un interesante análisis afirma:
Razones para mantenerse infraponderado en la renta variable.
· Como sabéis nuestros estrategas de Renta variable están recomendando infraponderar (UW) en Equity desde el 30 de Noviembre del año pasado (por primera vez desde el 2007), y nuestros estrategas de Asset Allocation recomiendan el OW en Crédito vs UW en Equity. Si no fuera por la situación en US, merecería la pena la bolsa Europea, pero si llega la corrección del S&P500, las bolsas Europeas caerán también.
Ahora creen que los tres grandes pilares sobre los que se basaba el buen comportamiento de los últimos años del S&P500 están agotados para el medio plazo.
1) Márgenes empresariales pasado desde mínimos desde la WWII a máximos históricos. Ahora presionados por unas ventas creciendo a peor ritmo que los incrementos salariales, una productividad baja en un entorno de aumento de los costes laborales unitarios.
2) Spreads de crédito HY y HG estrechando sistematicamente en el mercado. Ampliándose ahora desde Junio del 2014, incluso ex energía han ampliado en 210pb.
3) Fed expandiendo su balance. Ahora sin margen para ayudar, cuando el desempleo está ya al 4.7%.
La visión técnica nos la ofrece Eduardo Faus de Renta 4 Banco con el título: "Los índices esperan comprimidos el culebrón del año"
A falta de dos semanas para el esperado referéndum inglés el próximo jueves 23 de junio, los índices se encuentran acotados entre referencias clave.
En esa situación de espera los niveles aparecen claros y claves. Ejemplificándolo en el IBEX35 los 8550 puntos se muestran como el soporte clave a respetar y la franja de los 9200-9550 puntos, como su auténtica muralla.
Los ríos de tinta comienzan a intensificarse al igual que los vaivenes en las encuestas, que ahora parecen inclinarse hacia una intención de salida. Y aclaro salida porque un resultado positivo en la encuesta no trae una salida inmediata de la Unión europea. El Tratado de Lisboa en su artículo 50 contempla esta posibilidad, y en caso de salir favorable a salir de la misma se abriría un largo plazo de dos años en los que Inglaterra y la Unión debatirían.
Pese lo anterior los mercados lo acentúan todo y lógicamente un resultado lejos de sus intereses, pese a que no tuviera repercusiones inmediatas, probablemente se acogería de forma exagerada.