Mi experiencia me hace ser muy respetuoso del idioma de los mercados. A esta altura de mi vida creo que informan más los precios de los activos que los pronósticos de los especialistas, ya que los mercados se mueven por las expectativas de todos los agentes del mercado que respaldan con sus inversiones esas opiniones.
Siguiendo esa premisa, amigo lector, quiero contarles que los bonos argentinos, que representan la percepción de riesgo-país que ven los inversores, están cotizando en el mejor momento de los últimos 15 años. Un bono argentino en este momento está mejor valuado que el promedio de los de los países de la región. Y esto no es por el presente sino por las expectativas de mejoras en la capacidad y voluntad de pago de nuestro país. Al bajar esa tasa de descuento, tarde o temprano el capital en busca de mejores oportunidades seguramente se trasladará el sector privado, ya sea vía deuda mediante la colocación de Obligaciones Negociables o de capital mediante la emisión de acciones.
Esta fuente de financiamiento podría ser el motor que acelere las inversiones en la economía real y que termine generando el círculo virtuoso que siempre propone el mercado de capitales. Entrada de capitales a más largo plazo genera inversión, más trabajo y con ello más consumo. Analizando la evolución de las acciones y sobre todo teniendo en cuenta que este segundo semestre seguramente tendremos récord de los últimos años de nuevas colocaciones de acciones, o sea de nuevas empresas cotizantes, podemos ser muy optimistas no sólo en precios sino en los volúmenes e ingreso de nuevos capitales.
Una decisión financiera se puede tomar rápido, la decisión de compra o venta de un activo se ejecuta en un día para otro. Pero en la economía real, para que un empresario decida invertir, ampliar su fábrica, tomar gente necesita al menos seis meses. Para mí el mercado financiero ya arrancó hace un par de meses, y se coronó con la exitosísima colocación de deuda del país. Esto ya les abrió la puerta a las provincias, tan así es que ya tuvimos este mes las colocaciones de las provincias de Neuquén y de Mendoza.
Este proceso descripto me hace pensar que en el segundo semestre este escenario se va a empezar a reflejar en la economía real, o sea en las empresas y sobre todo el último trimestre será el momento donde ya empecemos a notar importantes mejorías en nuestros números macro. Las inversiones serán la clave para la baja de la inflación, el aumento del empleo y con ello la mejora en el consumo.
Siguiendo esa premisa, amigo lector, quiero contarles que los bonos argentinos, que representan la percepción de riesgo-país que ven los inversores, están cotizando en el mejor momento de los últimos 15 años. Un bono argentino en este momento está mejor valuado que el promedio de los de los países de la región. Y esto no es por el presente sino por las expectativas de mejoras en la capacidad y voluntad de pago de nuestro país. Al bajar esa tasa de descuento, tarde o temprano el capital en busca de mejores oportunidades seguramente se trasladará el sector privado, ya sea vía deuda mediante la colocación de Obligaciones Negociables o de capital mediante la emisión de acciones.
Esta fuente de financiamiento podría ser el motor que acelere las inversiones en la economía real y que termine generando el círculo virtuoso que siempre propone el mercado de capitales. Entrada de capitales a más largo plazo genera inversión, más trabajo y con ello más consumo. Analizando la evolución de las acciones y sobre todo teniendo en cuenta que este segundo semestre seguramente tendremos récord de los últimos años de nuevas colocaciones de acciones, o sea de nuevas empresas cotizantes, podemos ser muy optimistas no sólo en precios sino en los volúmenes e ingreso de nuevos capitales.
Una decisión financiera se puede tomar rápido, la decisión de compra o venta de un activo se ejecuta en un día para otro. Pero en la economía real, para que un empresario decida invertir, ampliar su fábrica, tomar gente necesita al menos seis meses. Para mí el mercado financiero ya arrancó hace un par de meses, y se coronó con la exitosísima colocación de deuda del país. Esto ya les abrió la puerta a las provincias, tan así es que ya tuvimos este mes las colocaciones de las provincias de Neuquén y de Mendoza.
Este proceso descripto me hace pensar que en el segundo semestre este escenario se va a empezar a reflejar en la economía real, o sea en las empresas y sobre todo el último trimestre será el momento donde ya empecemos a notar importantes mejorías en nuestros números macro. Las inversiones serán la clave para la baja de la inflación, el aumento del empleo y con ello la mejora en el consumo.