Se trata de la
primera entidad profesional del país y la notarial más antigua de
América Latina
El próximo jueves 7
de abril el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires
celebrará su 150° aniversario en la Usina del Arte, con la
participación de los escribanos de la Ciudad, autoridades nacionales
y de la Ciudad de Buenos Aires, personalidades de la Justicia y
periodistas de medios nacionales.
El Colegio se creó
el 7 de abril de 1866 por iniciativa de 16 escribanos encabezados por
José
Victoriano Cabral,
con el propósito de defender los intereses comunes y promover leyes
para un nuevo notariado que se proyectara internacionalmente. El
Colegio es la primera institución colegiada del país, creada antes
de la sanción del Código de Vélez Sarsfield.
Desde entonces, no ha
cesado de crecer y de reforzar su rol en la vida institucional de la
Nación. Entre las leyes que marcaron el rol del escribano en la
sociedad, se encuentra la Ley
12.990 de
1947, que significó una respuesta a las demandas históricas del
notariado que buscaban elevar y dignificar la función y punto de
partida para una profesión organizada, eficaz y moderna. En el año
2000, la Legislatura porteña sancionó la Ley
404,
que representa un capítulo trascendental en la historia de la Ciudad
de Buenos Aires, con un régimen de gobierno autónomo y facultades
propias de legislación y jurisdicción. Esa ley significó un logro
importante, que regula profunda y detalladamente la función
notarial, la actividad del escribano, los documentos notariales y la
organización del mismo en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Exigencias cada vez mayores para un
notariado de excelencia
Dentro de la
modernización del notariado, existen características muy
destacadas. Entre ellas, un estricto mecanismo de acceso a la
función notarial. Contra la creencia cada vez menos arraigada de que
se trata de una actividad hereditaria, el Colegio tiene a su cargo la
organización de los Concursos de oposición y antecedentes. Los
exámenes se desarrollan a partir de un extenso listado de temas
jurídico-notariales, ante un jurado de la más alta excelencia
académica, representado por la Universidad de Buenos Aires, la
Academia Nacional del Notariado, el Poder Ejecutivo y el notariado de
la Ciudad, bajo la presidencia de un miembro del tribunal de
Superintendencia actualmente a cargo del Tribunal Superior de
justicia. Estos concursos reflejan el compromiso del Colegio para
cumplir las exigencias legales de un notariado profesionalizado, con
alta preparación técnica para satisfacer las demandas de los
ciudadanos y plasmar su voluntad en instrumentos válidos y eficaces.
Entre las altas
exigencias para un notariado cada vez mejor formado, se encuentra la
de asistencia a una amplia actividad de formación dirigida a
distintos destinatarios: los cursos de práctica notarial para
abogados que aspiran a ejercer como escribanos; la práctica
profesional en escribanías de la Ciudad; los cursos para acceder a
la titularidad de los registros, talleres y cursos para empleados de
escribanías, etc. Estas acciones de capacitación se han
ampliado durante 2015 a través de a través de cursos, contenidos y
actividades mediante un verdadero campus virtual del Colegio, que con
la sanción de los artículos 38 y 39 de la Ley 404 convierte al
Colegio
en
una de las
entidades profesionales con mayor capacitación obligatoria por ley,
que posiciona al Colegio en una actualización académica permanente.
Uno de los legados más
importantes de la normativa notarial es la Inspección
de Protocolos.
Sin perder de vista la colaboración de los escribanos de la
demarcación, a través de un cuerpo profesional de pares altamente
capacitados, el Colegio realiza la labor de inspeccionar
periódicamente los registros para verificar el cumplimiento estricto
de las obligaciones notariales.
Compromiso con los organismos públicos
El Colegio contribuye
activamente, en los temas de su incumbencia, con los diversos poderes
públicos. Cumple la misión de ente cooperador con el Registro de la
Propiedad Inmueble y, junto con el Colegio Públicos de Abogados de
la Capital Federal y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas,
también es cooperador con la Inspección General de Justicia. Esto
hace que los organismos sean mucho más transparentes, lo que termina
beneficiando al rol del Estado en su administración.
En la Ciudad de Buenos
Aires, realiza un intenso trabajo conjunto con el Tribunal Superior
de Justicia en lo que respecta al control de la matrícula, con altos
estándares que promueven la ética profesional y un régimen
disciplinario de autocontrol.
Desde los inicios, el
Colegio tuvo una intensa participación en la comisión redactora del
nuevo Código Civil y aportó luego interesantes observaciones y
críticas al proyecto final de la normativa, entre ellas a las dudas
que generaban los contratos en moneda extranjera y las donaciones,
entre otros tópicos. En este marco, también organiza cursos para
jueces y funcionarios de la Cámara Nacional en lo Civil la mirada
notarial en lo concerniente a temas de capacidad de las personas
según las modificaciones que trajo el nuevo Código Civil y
Comercial.
Una profesión que
se moderniza
En 2012, el Colegio se
convirtió en la primera entidad profesional del país en suscribir
un convenio con la AFIP para el uso de la firma digital. Con este
acuerdo, ambas entidades dieron un notable paso hacia la
modernización de sus sistemas operativos dado que la firma digital
es una herramienta tecnológica que permite garantizar la autoría e
integridad de los documentos digitales, posibilitando que éstos
tengan la misma característica que la firma ológrafa (de puño y
letra) exclusiva de los documentos en papel.
Entre las principales ventajas, cabe
destacar que brinda seguridad en el intercambio de información
crítica, reemplaza a la documentación en papel por su equivalente
en formato digital, reduce costos generales y mejora la calidad de
servicio, genera mayor velocidad de procesamiento y las empresas
podrán extender sus plataformas de comercio electrónico con mayor
seguridad, garantizando el mismo marco jurídico que proporciona la
firma hológrafa.
Recientemente, la
Oficina Nacional de Tecnologías de Información, que se encuentra
bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de la Nación, ha
calificado al Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires como
autoridad de registro en materia de firma digital, dependiente
directamente de ese organismo. Esta medida constituye un gran logro
para nuestra institución, reafirmando la política de vanguardia en
materia de seguridad y tecnología.
Por otro lado, desde
septiembre de 2015 el Colegio puso en funcionamiento el Sistema
de legalización digital,
que permite legalizar vía web con todas las garantías de seguridad
y validación que exige el trámite, con la correspondiente
aprobación por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de
Buenos Aires.
Es muy importante
destacar que durante el próximo mes de abril se pondrá en marcha un
Registro
de Revocatoria de Poderes,
en donde la gente podrá chequear, a través de la web, si un poder
autorizado
por un escribano de nuestra demarcación
tiene vigencia o no. Esto permitirá que un ciudadano disponga cada
vez más de herramientas de control que hacen a sanas prácticas de
la vida social.
El Colegio y su rol
social
Con la Campaña de
Servicio y Orientación a la comunidad Cuida
lo tuyo
iniciada en el año 2010, el Colegio ha asesorado en forma gratuita a
mas de 25.000 vecinos entre consultas presenciales y on line
(www.cuidalotuyo.org)
y se constituyeron más de mil regímenes de vivienda (conocidos como
Bien de Familia). Como parte de estos festejos del 150° aniversario,
se dará inicio en el mes de mayo
por séptimo
año consecutivo
una nueva edición de la campaña.
El éxito de esta
iniciativa tendiente a ampliar el acceso de los ciudadanos a la
información preventiva para contribuir al cuidado de sus bienes,
hizo que la iniciativa fuera también adoptada por el notariado a
nivel nacional con la campaña Escribanos
en tu ciudad
que se realiza en el mes de noviembre desde hace 3 años.
Por otro lado, el
Colegio está colaborando con la Secretaría de Hábitat de la Nación
en un proyecto para la regularización de dominios en asentamientos
informales. Esto expresa parte del rol social del Colegio,
materializando en la constitución de escrituras de dominios
informales que hacen a la protección de sectores sociales más
postergados.