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¿Nos encaminamos a una crisis como la de 2008-2009? Moderados descensos al cierre de las bolsas europeas

Se reanudan las caídas en las bolsas europeas después de los ascensos de la última parte de la semana pasada. Hoy los datos PMIs en Europea y EE.UU. han sido las referencias macro más importantes, junto con la caída del precio del petróleo que ha sido un factor determinante para los descensos en la renta variable.

Pero independientemente de movimientos coyunturales de los mercados, queremos dar otro enfoque a este comentario de cierre. El pasado viernes se cerró en las bolsas uno de los meses de enero más negativos de su historia. Algunos analistas creen que nos enfrentamos a la repetición de la crisis de 2008-2009, donde el posible colapso de China sería la quiebra de Lehman de aquel periodo. Nosotros no lo creemos, pero lo cierto es que cada vez son más los gestores que se están preparando para esa posibilidad.

En este cierre creemos interesante publicar dos visiones de mercado que compartimos y que descartan la repetición de una crisis como la de 2008-2009. Disculpen la extensión del artículo pero por su interés estos escenarios de mercado debían publicarse casi en su integridad:

Renta 4 Banco mantiene su visión estratégica: A pesar de los desequilibrios e incertidumbres existentes (inestabilidad internacional, presión a la baja sobre las materias primas, etc), consideramos que el mercado está excesivamente negativo en un contexto en el que:

1) los últimos datos macroeconómicos han constatado que el ciclo económico global no está tan mal (aterrizaje suave en China, recuperación en Europa, crecimiento moderado en Estados Unidos),

2) la Fed se tomará con calma las subidas de tipos (el contexto internacional y una inflación inferior a la esperado van a permitir que la subida de tipos sea mucho más lenta y gradual que la indicada por la Fed el pasado mes diciembre) y

3) el apoyo del BCE y el BoJ queda patente, con la expectativa de nuevos estímulos del BCE en marzo (¿QE corporativo, nueva rebaja del tipo de depósito, ampliación del plazo del programa de compras?) y el Banco de Japón adoptando tipo de depósito negativo, manteniendo su QE y mostrándose dispuesto a aplicar nuevos estímulos monetarios en el futuro si es necesario.

En este contexto de continuidad del crecimiento económico y de los resultados empresariales, y de apoyo de los bancos centrales, consideramos que las valoraciones bursátiles resultan atractivas, aun cuando la volatilidad seguirá siendo elevada.

Por su parte M&G Valores cree que: Las turbulencias que están sacudiendo a los mercados de acciones y divisas en China están afectando significativamente al resto de mercados mundiales. Desde la decisión de modificar la política del tipo de cambio del Yuan en agosto, los mercados parecen interpretar que la situación en China está de alguna forma fuera de control. Las salidas de capitales están siendo intensas y la bolsa prosigue el doloroso ajuste de la burbuja de 2014-15. Los mercados parecen temer que estas dinámicas financieras están anticipando un severo deterioro de la economía. Pero lo cierto es que la economía real mantiene tasas de crecimiento elevadas mientras se lleva a cabo una profunda trasformación de sus estructuras: en 2015 el sector servicios ha crecido un 8,3% frente al 6% del sector industria-construcción. Con ello el sector servicios supone ya el 50,5% del PIB frente al 40,5% de industria-construcción. El crecimiento del PIB sigue desacelerándose, pero en línea con las previsiones que lo sitúan en la banda 6,0%-6,5% en los próximos años. Frente a los éxitos en sus reformas en la economía real, las reformas financieras han sufrido un evidente revés con el estallido de la burbuja bursátil, el torpe manejo de la devaluación del Yuan y las fuertes salidas de capitales.

Es evidente que la nueva economía de mercado china orientada al consumo necesita de unas infraestructuras financieras adecuadas que ahora no existen, en particular unos mercados de bonos y acciones que eviten la excesiva dependencia actual del crédito bancario. Las salidas de capitales son un síntoma de desconfianza que preocupa en los mercados, pero el nivel de reservas de divisas es de tal magnitud que se necesitarían varios años a este ritmo para provocar una crisis de liquidez y divisas en el país. En 2015 las salidas de capitales han sido de unos 750.000 millones de dólares que se compensan parcialmente con su excedente comercial por lo que las reservas de divisas han caído en unos 500.000 millones. El stock de reservas actual es de más de seis veces esa cifra, unos 3,2 billones de dólares.

El petróleo como las nuevas hipotecas “subprime”.

La caída del precio de las materias primas, y en particular del petróleo, tiene características propias del estallido de una burbuja. Es en este sentido en que se especula que puede dar lugar a consecuencias similares a las que produjo el estallido de los productos financieros basados en hipotecas que estuvieron a punto de provocar la quiebra del sistema financiero mundial. Sin negar las tensiones que está provocando la caída de las materias primas en el segmento de “high yield” del sector energético, es evidente que la magnitud de este problema es muy inferior al que representaba la burbuja inmobiliaria y el crédito a ella asociada. Así como entonces los bancos estaban expuestos directamente a las perdidas inmobiliarias, ahora son más bien los inversores (Fondos de inversión, ETFs, Hedge Funds..) quienes afrontan las pérdidas por lo que su impacto estará muy diluido. La aparente paradoja de que un petróleo más barato sea malo para la economía se explica porque, inicialmente, la pérdida de actividad en el sector energético por la caída de las inversiones directas y el recorte de gasto en los países productores tiene un efecto depresivo que no se compensa por un aumento de inversiones en otros sectores.

Mercados bajistas vs Correcciones. La distinción entre un mercado bajista y una corrección dentro de un mercado alcista es difícil de establecer. Un criterio superficial considera mercado bajista una corrección de los índices superior al 20%, pero creo que es importante tener en cuenta también el factor tiempo a la hora de definir un mercado bajista.

Desde 1960 el S&P 500 ha tenido 12 correcciones con más de un 19% de caída. Su duración media ha sido de 9 meses pero en realidad se pueden dividir en dos grupos: las que han durado entre 12 y 18 meses y las que han durado menos de 6 meses. El retroceso medio de estas correcciones ha sido del 28% fluctuando entre el 19% y el 57% de caída que registró en 2007-09. En este sentido podríamos considerar que un mercado bajista es una corrección de al menos un 20% de caída y una duración de más de un año. Pero yo añadiría un factor más de tipo económico. Los mayores ciclos bajistas, con caídas de más del 30% y duración superior a un año, han venido acompañados de una crisis económica importante que implica un entorno general de pesimismo muy acusado sobre el futuro. La corrección actual tiene su origen en abril-junio según los índices con un retroceso máximo del S&P 500 hasta ahora del 15% y una duración de 8 meses.

En ausencia de una recesión en EEUU que no vemos probable, habría que considerar que nos encontramos en una corrección dentro de un mercado alcista. El orden de magnitud que cabría esperar sería una caída máxima del orden del 20% y una duración de entre 12 y 18 meses. Esto nos dejaría todavía por delante unos meses en los que la fase correctiva seguiría desarrollándose hasta completarse, con un riesgo de caída adicional sobre los mínimos recientes del 5%.

Ajuste de valoración. En ausencia de una fase recesiva que vuelva a deprimir los beneficios de las empresas, podemos ver la corrección de la Bolsa como un ajuste de valoración tras las subidas de años anteriores y las expectativas de un crecimiento futuro más modesto de lo que se pensaba. De los niveles de valoración de la bolsa europea se deduciría también que, más allá de que la fase correctiva pueda prolongarse todavía algunos meses, no sería razonable esperar caídas adicionales muy intensas por debajo de los mínimos recientes. En un entorno de tipos cero y crecimiento modesto de los beneficios un PER de 12x (actual es de 12,5x) debería ejercer de suelo para la bolsa en próximos meses.