Si hay un factor que parece decisivo ahora mismo para la bolsa es la evolución de las materias primas y su impacto sobre las economías emergentes. El nuevo desplome en los últimos días nos sitúa ante una disyuntiva importante en varios mercados que están en situación de definir su tendencia para las próximas semanas o meses. El índice de materias primas S&P GSCI Reuters ha llegado a unos niveles que pueden ejercer de soporte aunque sólo sea para favorecer un rebote de cierta importancia durante algunos meses.
Es difícil saber si el ciclo bajista continuará durante más tiempo en próximos meses o años pero al menos en una perspectiva de corto plazo no sería descabellado esperar un rebote. Otro factor que apuntaría en esa dirección es la corrección en el USD que parece haberse iniciado recientemente.
La correlación inversa entre dólar y materias primas es muy fuerte como se aprecia en el gráfico de la página siguiente, por lo que si el rebote del euro se consolida sería razonable esperar un rebote o estabilización en las materias primas.
Finalmente, la rentabilidad de los bonos en EEUU ha repuntado en semanas recientes desligándose de las caídas de las materias primas. Este movimiento parece descartar que el mercado esté anticipando nuevas caídas sostenidas de las materias primas y un debilitamiento intenso de la economía global en cuyo caso los bonos serían el activo refugio por excelencia.
La correlación inversa entre dólar y materias primas es muy fuerte como se aprecia en el gráfico de la página siguiente, por lo que si el rebote del euro se consolida sería razonable esperar un rebote o estabilización en las materias primas.
Finalmente, la rentabilidad de los bonos en EEUU ha repuntado en semanas recientes desligándose de las caídas de las materias primas. Este movimiento parece descartar que el mercado esté anticipando nuevas caídas sostenidas de las materias primas y un debilitamiento intenso de la economía global en cuyo caso los bonos serían el activo refugio por excelencia.