Una de las cuestiones que levanta más controversia en la comunidad financiera es si las bolsas a los precios actuales tienen potencial alcista o no, si están caras o baratas.
Para contestar a esta pregunta utilizaremos diversos gráficos que reflejan la valoración del mercado estadounidense, al cual utilizamos por ser el indicador de referencia a nivel global.
Primero vemos la relación entre los beneficios corporativos y la evolución del S&P 500. Comprobamos la fuerte subida de este índice en las últimas décadas, acompañada con una subida similar de los beneficios corporativos. Esta evolución de los beneficios despejaría las dudas sobre unas alzas irracionales de los activos de riesgo.

En el siguiente gráfico vemos que los beneficios corporativos como porcentaje del PIB están ahora cerca del máximo histórico. La media histórica se sitúa en el 6,5%. Ahora los beneficios representan más del 10% del PIB de EE.UU. Otra medida que señala que la subida de las acciones ha reflejado la mejora empresarial.

En el siguiente gráfico vemos la evolución del ratio PER del S&P 500 desde 1960. Actualmente el ratio de valoración es de 18,6 frente a una media de 16,7. Aunque hay ligera sobrevaloración no está a un nivel peligroso.

El siguiente gráfico muestra la evolución del ratio PER frente a la rentabilidad real de los bonos a 5 años. A excepción del periodo 2004-2008, ambos indicadores tienen una clara correlación positiva. Hay amplio consenso que la rentabilidad de los bonos tenderán a subir en los próximos años, por lo que si se mantiene la correlación, el ratio PER de las bolsas subirán del mismo modo. La subida del ratio PER puede producirse por una caída en los beneficios, lo cual no se espera, o por una mejora en las cotizaciones. Este último es el escenario más probable.

Por último publicamos el siguiente gráfico realizado por Vanguard, en el que se muestra la valoración del mercado de acciones ajustado al PER cíclico (CAPE). El gráfico sugiere que el S&P 500 no está demasiado sobrevalorado, lo que coincide con los gráficos anteriores.

La conclusión de estos gráficos es que aunque existe una cierta sobrevaloración en el mercado de acciones estadounidense, no es excesiva y debería ser compensada por un incremento de los beneficios en los próximos años. De hecho, se espera un crecimiento del PER vía subida de las cotizaciones.
Los gráficos parece que desdicen las visiones apocalípticas de algunos analistas.