La transición en ambas cámaras deberá esperar, al menos, hasta la reunión de esta tarde entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su sucesor electo, Mauricio Macri, según lo comunicó hoy Julián Domínguez. Por Noelia Barral Grigera.
La transición en el Congreso deberá esperar, al menos, hasta la reunión de esta tarde entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su sucesor electo, Mauricio Macri. Así se los comunicó el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, hace minutos a los jefes de los bloques opositores. Los recibió pasado el mediodía en su despacho del Congreso y los escuchó plantearle que, en virtud de la derrota oficialista, no convoque a sesiones sin un temario acordado.
La respuesta de Domínguez fue institucional: aún no hay pedido de sesión para el jueves, pero si recibe la solicitud (que se espera de parte de la bancada oficialista), debe convocarla. En cuanto al temario, sugirió esperar a las novedades que surjan de la reunión en Olivos.
Sin contraorden por el momento de la Casa Rosada, el Frente para la Victoria mantiene por estas horas la intención de sesionar el jueves con agenda y quórum propios. Si la convocatoria a esa sesión se concreta será una señal de que Juliana Di Tullio, la jefa del bloque, tiene poder de fuego para abrir el debate sólo con su bancada. Un número ajustado pero compacto desde hace meses.
Y esa podría no ser la última sesión del año. Crece por estas horas en la Cámara baja un insistente pedido de diputados del interior para que la jura de los electos se realice el miércoles 9 y no, como estaba previsto hasta ahora, el jueves 3.
El cambio de fecha no pasaría de ser una mera formalidad si no fuera por la ventana de oportunidad que abre para el oficialismo, dado que deja la semana próxima despejada para volver a sesionar.