El corralito impuesto en Grecia hace nueve días está empezando a hacer mella en la economía de este país, no tanto por las incomodidades cotidianas que supone tener que hacer cola ante un cajero automático como por los problemas en el funcionamiento de la industria y del sector importador. "Hay un descenso en las reservas de hasta un 30% a un 35%", aunque "de momento no hay cancelaciones y el control de capitales no ha influido negativamente en la impresión que tienen los turistas de Grecia", dijo a Efe Xenofón Petrópulos, de la Asociación de Empresas Turísticas Griegas (SETE). De momento, los hoteles no tienen problemas de abastecimiento según Petrópulos y "seguirán funcionando sin problemas con los bancos cerrados los próximos 10 a 15 días".