Insolvencias empresariales para Europa central y del este:
Diferencias en Europa central y del este: signos positivos y negativos en la región
Mejoran las perspectivas económicas pero todavía existen desafíos para las empresas
· La
mejora de la actividad económica en Europa central y del este ha tenido
como resultado la estabilización de las insolvencias empresariales, con
una ligera caída del 0,5% en la media regional.
· Diferencias
en la región: Aumento de las insolvencias en Eslovenia y Hungría
mientras que en Serbia y Rumanía decrecen notablemente.
· Perspectivas positivas: Coface prevé que las insolvencias caerán alrededor del 6% en 2015
Las
empresas en Europa central y del este han experimentado tiempos
difíciles en los últimos años. Las economías se han enfrentado a una
contracción en el consumo privado, debido al aumento del desempleo y al
actual proceso de desapalancamiento. Las empresas también se han visto
afectadas por la doble recesión de la Eurozona, su principal socio
comercial. 2014 fue un año de mejora para la mayoría de las economías de
Europa central y del este. La tasa media de crecimiento del PBI aumentó
del 1,3% en 2013, al 2,5% en 2014. El motor del crecimiento económico
fue impulsado por la demanda interna. Esto es especialmente visible en
el caso del consumo de los hogares, que se han beneficiado del descenso
de las tasas de desempleo, el aumento de los salarios y la recuperación
de la confianza del consumidor. Varios países de la región están
experimentando una inflación baja o incluso deflación, causado
principalmente por factores externos, como la caída de las materias
primas. La mejora en las perspectivas económicas ha llevado a una
estabilización en el número de insolvencias, con una ligera caída del
0,5% en 2015 (respecto al aumento del 7% en el 3013).
“A
pesar de una ligera mejora, todavía hay un número considerable de
insolvencias, con más de 65.000 empresas declarándose insolventes el año
pasado. La mejora en la demanda interna no fue un factor suficiente
para recuperar el nivel de insolvencias previo a la crisis. Con un
crecimiento del PBI previsto del 2,5% estamos convencidos de que la
tendencia a la baja en el número de insolvencias continuará en 2015. Sin
embargo, tomará tiempo hasta que las empresas se puedan beneficiar
completamente de la recuperación económica”, explica Grzegorz Sielewicz Economista de Coface para Europa central.
En
línea con el panorama económico, la dinámica de las insolvencias varía
entre las economías de Europa central y del este. Se ha registrado un
aumento considerable de insolvencias en Eslovenia y Hungría. Aunque
Eslovenia registró un sólido crecimiento del PBI del 2,5% en 2014, sus
empresas no mostraron signos visibles de mejora. Sus insolvencias
aumentaron en un 44%, el nivel más alto de toda la región de Europa
central y del este. Inversiones inadecuadas, falta de adecuación a las
actuales condiciones económicas y un alto endeudamiento de las empresas,
fueron las razones principales para que las empresas se declarasen
insolventes. En Hungría, el desarrollo del marco legislativo ha
contribuido al fuerte aumento de las insolvencias, que creció un 29,4%
en 2014.
En
Serbia y Rumanía el número de insolvencias ha sido mucho menor que el
año anterior. Debido a las modificaciones de la Ley de Insolvencias en
Serbia en agosto de 2014, las insolvencias empresariales descendieron un
43,8% el año anterior. La solidez de la actividad económica en Rumanía,
apoyada por un fuerte consumo de los hogares y el aumento del uso de
los fondos de la UE, se ha traducido en mejoras empresariales: por lo
que las insolvencias han descendido un 28%.
Perspectivas positivas: las insolvencias continuarán descendiendo
Las
insolvencias empresariales en la región seguirán una tendencia
positiva. Las previsiones de Coface son que la media en el número de
insolvencias descenderá alrededor de un 6% a finales de año. El consumo
de los hogares seguirá siendo el motor que impulsará la mayoría de las
economías de Europa central y del este. Como consecuencia, las
perspectivas serán mejores para aquellos sectores que dependan del
consumo.
En
términos de exportaciones, el embargo ruso puesto en marcha el año
pasado ha tenido un fuerte impacto negativo, especialmente para el
sector agroalimentario. Sin embargo, esto ha animado a las empresas de
Europa central y del este a buscar mercados alternativos para satisfacer
la creciente demanda local. Las economías de Europa central y del este
se están beneficiando de un mayor volumen de negocio exterior en la
Eurozona, ya que muchos países de Europa Occidental muestran señales
claras de recuperación.