Entradas
Las dos distribuidoras eléctricas (Edenor y Edesur) tuvieron un buen comienzo de año gracias a que las temperaturas aún no alcanzaron niveles que eleven la demanda y generen colapsos con los consecuentes cortes del suministro. Además, als ayuda el contexto recesivo del país. Sin embargo, sus balances están en un estado Terminal y nuevamente necesitarán del rescate del Estado –vía condonación de deuda- como ya ocurriera en años anteriores, de lo contrario hasta peligrarían sus concesiones.
Urgente24.- Edenor y Edesur están a la espera del salvataje del Gobierno. No será el primero. En julio pasado, pidieron ayuda a la Casa Rosada para pagar sueldos. El Gobierno firmó convenios con las empresas y días después les comenzó a girar el dinero. Pero no sólo necesitaban plata para pagar sueldos. A principios de mes, proveedores de materiales denunciaron que no les pagaban por los insumos.
En 2012 el Gobierno puso en marcha una comisión integrada por funcionarios del Ministerio de Planificación y de Economía para analizar la situación de las compañías eléctricas y evaluar alternativas que permitan descomprimir su situación financiera.
En junio pasado, en los balances de Edesur la empresa acusó una pérdida de $967 millones en los primeros seis meses del año. Y Edenor, que por entonces aún no había difundido sus balances para el semestre, en sus ‘trimestrales’ mostraba un rojo de $738,56 millone, más que los $510,43 millones del mismo período del 2013. A fines de ese año, a través de la resolución 250 de la Secretaría de Energía, se terminó condonando gran parte del pasivo de las distribuidoras.
Edenor y Edesur, en conjunto atienden a más de 20 millones de personas en la Capital y el Gran Buenos Aires.
Nadie en el Gobierno desconoce la crítica situación. No sólo porque sus ejecutivos la denuncian desde hace tiempo, sino porque Planificación y Economía participan de la gestión cotidiana a través de directores del Estado. El caso de Edesur es más evidente, ya que desde hace años tiene un interventor oficial.
En ese contexto, ambas empresas descartan que habrá un salvataje para este año, ya que sus balances ruinosos las ponen al borde de la pérdida de concesión.
Edenor registraba un quebranto algo superior a 1.400 millones de pesos y Edesur un poco superior a los 2.000 millones.
Por el momento la situación de las empresas se disimula por la falta de cortes de energía significativos. Ocurre que el verano comenzó con climas templados, excepto por algunos días de diciembre que provocaron apagones no masivos. La recesión económica hace su aporte, y la demanda no es la misma de otros año.
Según el diario BAE, a pesar del esfuerzo fiscal para subvencionar a los usuarios finales, los beneficiados con precios más bajos de la energía, las cuentas privadas afrontan complicaciones. Según los balances presentados a la Comisión Nacional de Valores al tercer trimestre del año, Edenor registraba un quebranto algo superior a 1.400 millones de pesos y Edesur un poco superior a los 2.000 millones.
Ese rojo en las cuentas y el pasivo asumido a favor de Cammesa (responsable de administrar la subvención al sistema) van horadando el patrimonio empresario y dejan a las concesionarias en off side según la Ley de Sociedades Comerciales.
El punto de partida de este modelo es la decisión de mantener bajo los precios de la energía para que ganen competitividad las industrias y apuntalar el salario real. Para eso las tarifas se disociaron de los costos, en un esquema difícil de sostener en el largo plazo y que empezó a modificarse parcialmente con las normas oficiales que reconocieron a los actores de cada segmento alguna compensación por los mayores costos de la explotación. Link entre las dos puntas: lo que paga el usuario y lo que cuesta el servicio.
Pero este primer paso aún tiene cautiva a la caja pública, responsable de afrontar esos mayores gastos de algún modo, en el complejo esquema de relaciones económicas entre las empresas del rubro y éstas con el Estado, explica el matutino.
Un próximo y previsible paso será el de eludir la intermediación estatal de fondos, de modo tal que sean los usuarios de todas las categorías los que afronten a su cargo lo que cuesta el servicio, con los correspondientes ajustes periódicos, concluye BAE, matutino cercano al ministro de Economía.
