En medio de la fuerte conmoción política por la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, el kirchnerismo evalúa cómo reaccionar y aún no decidió si asistirá a la reunión de la comisión de Legislación Penal que esta tarde debía recibir al funcionario. El encuentro, ratificado por la presidenta de la comisión, Patricia Bullrich, está previsto para las 15 y todos los bloques opositores confirmaron que participarán.
En shock, la bancada del Frente para la Victoria tendrá una reunión sobre el mediodía para evaluar cómo seguir, mientras mantiene consultas permanentes con la Casa Rosada. Varias de sus figuras principales se encuentran viajando en este momento desde la Costa Atlántica hacia el Congreso, en comunicación constante con las autoridades del bloque y la Cámara.
Los opositores, muchos de ellos también en viaje hacia Buenos Aires, ya decidieron que aprovecharán el escenario de la reunión de comisión para "pedirle al Gobierno que garantice la continuidad de la investigación y el resguardo de las pruebas", según definió el diputado del Frente Renovador Gilberto Alegre, integrante del cuerpo. La misma idea expresó el radical Luis Petri.
Además, Bullrich propuso tomarse unos minutos durante el encuentro para homenajear a Nisman y adelantó que también pedirá que el Ministerio Público Fiscal decida e informe cuanto antes quién reemplazará al fiscal al frente de la investigación.
Con la información preliminar que circula sobre la muerte de Nisman, en el Frente para la Victoria abonan la teoría del suicidio. Relacionan una decisión de ese tipo con las fuertes presiones políticas y judiciales en las que había quedado envuelto el fiscal a partir de su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto encubrimiento a Irán en la investigación por el atentado contra la AMIA en 1994.
Integrantes de los partidos opositores no abonan esa idea. "Es muy difícil creer en las casualidades", señaló por caso la senadora radical Silvia Elías de Pérez, quien consideró que la muerte del fiscal"conmueve a la democracia" y advirtió que "la cultura del miedo no puede ser instalada".