Es
una realidad insoslayable que el sistema bancario a nivel mundial
sufre una concentración en los grandes bancos y en la extinción de
cientos de pequeños y medianos.
Como
consecuencia de la caída del muro de Berlín colapsa el sistema
comunista y se universaliza el capitalismo, esto provoca un boom de
confianza, optimismo y seguridad que alcanza todas las economías, a
la vanguardia de ellas la de los Estados Unidos con un crecimiento
vertiginoso, y es aquí donde comienzan a desarrollarse de forma
expansiva los derivados financieros que llevan a una desmedida
burbuja de crecimiento a muchos negocios, esto se refleja en los
índices del NYSE y NASDAQ. Esta explosión de optimismo y euforia
se manifiesta de manera determinante en el mercado inmobiliario
explicable ya que la vivienda siempre fue y es en todo lugar un
activo de refugio.
Pero
el virus de las hipotecas subprime encubrían la gran infección que
afectaría a todo el sistema financiero. Cuando esta burbuja insisto
originalmente financiera termina explotando se hace evidente en el
sistema Bancario-Bursátil, se precipitan los problemas y ante la
sorpresa inicial no saben responder y dejan caer a Lehman Brothers,
sus consecuencias les hacen advertir el abismo que tienen ante si,
con rápidos reflejos y sabiduría salieron a sostener el sistema y
en particular a los grandes Bancos, lo lograron con esfuerzo e
inteligencia.
El
resultado final se manifestó con la consolidación de un reducido
grupo de mega Bancos (no más de una docena) que controlan el
negocio bancario en los EE.UU, y la desaparición de numerosos
Bancos medianos, pequeños y locales. Pero estos hechos no fueron
exclusividad de los EE.UU, sino que se extendieron también a
Europa y Japón.
Nuestro
país que venía de una larga historia de desaciertos, tropiezos y
políticas económicas equivocadas a contramano de lo que indican las
sanas reglas de la economías, sufre el impacto de estos
acontecimientos que solo acrecientan y consolidan la concentración
que venia produciéndose por motivos diferentes y que se reflejan en
la actual conformación de nuestro sistema bancario.
Historiemos
como va generándose el derrumbe del sistema bancario argentino, ya
que durante las últimas décadas sufre diferentes mutaciones que lo
fueron transformando con las dramáticas consecuencias que todos los
argentinos padecemos.
Años
atrás teníamos Bancos nacionales, locales, privados, estatales
nacionales y provinciales, como así también Bancos que las
diferentes comunidades de inmigrantes habían ido creando con el fin
de financiar a sus conciudadanos que se radicaban en nuestro país,
Estos fueron el motor que impulso el desarrollo y el crecimiento de
todo nuestro interior, es decir fueron en parte los constantes
sostenedores y promotores del crecimiento de todas las Economías
Regionales y de la Argentina opulenta y creciente
Como
se fue desmembrando un antiguo y eficiente sistema bancario que
permitió a la Argentina crecer por décadas y colocarse entre los
países con mayores proyecciones de crecimiento del mundo.
Todo
comenzó durante la última dictadura militar, cuando el Zar de la
economía el Dr. José Alfredo Martínez de Hoz con un accionar que
exceptuando a los Bancos amigos, fue ahogando y estrangulando al
resto del sistema bancario alcanzando tanto a Bancos privados o
estatales, nacionales o provinciales, grandes o pequeños, que
sucumbieron a la sistemática política de concentración y
desnacionalización que se llevo a cabo.
Debemos
destacar el caso concreto de los Bancos Provinciales Estatales
vaciados y quebrados, esto golpeo a las Economías Regionales de tal
manera que desarticulo sus estructuras económicas de las que al
día de hoy no pudieron recuperarse.
Finalizado
el Proceso Militar, vuelta la democracia, recomponer el antiguo
sistema era misión imposible, el daño inferido había sido
irreparable. Pero aun no habíamos llegado a la situación terminal
en la que hoy nos encontramos, faltaba más, debíamos padecer las
consecuencias del gobierno del Dr. Carlos Menem y el tornado que
significo el final de gobierno del Dr. Fernando de la Rua.
Aquí
todo el sistema se desmorona y comienzan las grandes mutaciones,
Bancos Extranjeros con prestigio ganado durante décadas de trabajar
eficientemente en el país cansados y fatigados del desorden en que
vivíamos deciden irse, Bancos Argentinos también de prestigio
consolidado cuyos dueños por diversos motivos se encuentran en la
misma situación también se retiran ¿Quienes los compran’?
Bancos Extranjeros pero sin arraigo, ni interés en el desarrollo de
nuestro país, solo vinieron movidos por el propósito de un
eventual lucro rápido, descontrolado y desmesurado, quedado sus
clientes expuestos y abandonados a sus desmedidos y arbitrarios
procederes.
Confirman
y avalan estas afirmaciones las altas rentabilidades que tienen estos
Bancos, para ello solo es necesario observar sus balances de
los últimos años, cuando simultáneamente las Pymes y las
Economías Regionales en particular sufren graves quebrantos
atravesando situaciones muy difíciles.
Este
es el aciago panorama que hoy enfrentamos todos los argentinos y en
forma muy particular y dramática las Economías Regionales. El
crédito prácticamente dejo de existir tal como se lo conoció en
las épocas de normalidad económica, hoy cuando con inimaginable
trabajo se llega a el, es a través de elevados intereses y
comisiones, descubiertos con tasas usurarías, desmedidos punitorios
cuando correspondiere, otros gastos inexplicables y confusos, que no
explicitan por la simple razón de que son injustificables.
Los
grandes Bancos extranjeros que supieron utilizar y aprovechar los
muchos años de desidia, descontrol y pérdida del sentir
nacional, lograron por resultado ser Bancos (extranjeros) protegidos
por el sistema en fuertes y poderosos, con clientes (argentinos)
abandonados a su suerte débiles y pobres. Desde luego que deben
exceptuarse de esta nomina a Bancos extranjeros que están arraigados
desde hace décadas con una honesta conducta fuera de toda duda
Tan
dramática e inexplicable es la situación que nos encontramos, que
perdimos la capacidad de reacción. Hoy parte del sistema bancario
privado extranjero desnaturalizo su propósito de ser, evitan
financiar empresas en particular las Pymes y cuando lo hacen es con
empresas grandes y selectivamente, se transformaron en su gran
mayoría en solo son agentes cobradores, pagadores y/o
prestadores
de servicios, en tomadores de dinero a través de cuentas corrientes
por las que desde luego no pagan intereses pero si cobran comisiones
y gastos. Para luego diariamente ofrecernos tarjetas de crédito
por las que cobran gastos, comisiones e intereses, aparentando una
actitud dadivosa cuando la realidad es que nada arriesgan y mucho
ganan, alcanzaron dominar “el negocio perfecto”.
Consecuentemente
nos encontramos con la inoperancia del sistema bancario, concentrado
en un grupo de pocos grandes Bancos extranjeros, Bancos nacionales
débiles con solo algunas excepciones y dos Grandes Bancos
Nacionales, el Banco de la Nación Argentina y el Banco de la
Provincia de Buenos Aires. Estos dos últimos Bancos que son el
apoyo, sostén y motores de la Economía Argentina y en particular de
las Economías Regionales, hoy únicos refugios seguros y accesibles
que nos quedan, circunstancia esta que nos impone el deber y la
responsabilidad de defenderlos, cuidarlos, protegerlos y
desarrollarlos.
Paralelamente
debemos ayudar y preservar a algunos bancos privados nacionales
serios y honestos, que como excepciones aun lograron subsistir, pero
también debemos trabajar a favor de crear una nueva banca nacional,
restablecer a los Bancos Estatales Provinciales que son donde se
asienta el crecimiento de las Economías Regionales, solo así
lograremos volver al sendero abandonado del crecimiento sostenido,
efectivo y seguro. Ahora en nosotros esta la solución revirtiendo
estos hechos.
¿Pero
como? En esta reconstrucción deben jugar un rol organizativo las
Cámaras Empresarias Regionales, que conjuntamente con las Bolsas de
Comercio locales convoquen a empresarios e inversores para la
creación de Bancos Regionales que atiendan sus necesidades. También
y paralelamente proponer proyectos para reorganizar nuestro Sistema
Bancario para hacerlo más dinámico, justo y eficiente con el fin
de que se de fiel cumplimiento a su razón de ser, tarea que hoy
casi solitariamente están realizando el Banco Nación y el Banco
Provincia.
Las
Bolsas están llamadas a dar envergadura y solidez nivel nacional a
estos nuevos Bancos a crear. Un sistema bursátil moderno es el
vehiculo más adecuado, conveniente e idóneo para estos desafíos y
propósitos.
Tiempos
de cambos se avecinan, para afrontarlos, damos lugar a nuestra
vocación de informar y educar.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER