La amenaza que el gobierno de Moscú había realizado para castigar a Kiev por su vuelco pro occidental se cumplió. Es el tercer corte de los últimos años
Rusia cumplió la amenaza de cortar el suministro de gas a Ucrania, en una medida que puede afectar también a Europa y que puede agravar el peor conflicto en el continente desde la Guerra Fría.
Gazprom, la gigante energética de capitales público - privados rusa, tomó la decisión luego de reclamar sin éxito el pago de la deuda que mantiene el gobierno de Kiev y que asciende a u$s 4.500 millones.
La crisis económica que sacude a los ucranianos, sumado a el rechazo al aumento de precios que les impuso Moscú, luego de la destitución del presidente Viktor Yanukovich, forzó el conflicto que ahora amenaza a todo el continente.
Aunque el domingo por la tarde aún había esperanzas de poder evitar la tercera guerra del gas tras los anteriores conflictos en 2006 y 2009, que afectaron al suministro de la UE. el ultimátum expiró y la empresa anunció que sólo ofrecerá gas prepago.
Naftogaz (la distribuidora ucraniana) recibe solo los volúmenes por los que paga. No ha pagado nada, así que no se suministra nada, precisó el portavoz de Gazprom, Serguei Kuprianov.
Ante temores de que la población ucraniana perfore las tuberías de gas para el consumo doméstico, el ministro ucraniano de Energía, Yuri Prodan aseguró que el tránsito de gas hacia Europa, que es de alrededor del 15% del que consume, está asegurado.
Gazprom ya advirtió a Bruselas de que habría posibles perturbaciones en el suministro a la Unión Europea si Ucrania se apropia del gas que transita por su territorio.
A pesar de los pedidos de la Unión Europea de reconsiderar la decisión, Gazprom dio por cerrado el caso. No hay nada más que discutir con Ucrania, dijo el presidente del gigante ruso del gas, Alexei Miller.
Por su lado el Comisario europeo de Energía, Guenther Oettinger, advirtió que aunque no habrá problemas de suministro de gas ruso para Europa en las próximas semanas, sí tendremos un problema en caso de invierno riguroso.
Jen Psaki, portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, instó a Rusia a regresar a la mesa de negociaciones con Ucrania y adelantó que las autoridades europeas están trabajando con ambas partes para alcanzar un compromiso competitivo que asuma el precio de mercado y los pagos.
La funcionaria estadounidense apuntó que la propuesta europea que Ucrania ha aceptado es justa y razonable por lo que, agregó, urgió a Rusia a que se vuelva a involucrar en las negociaciones.
Según este planteamiento, Ucrania pagaría primero u$s 1.000 millones para saldar parte de su deuda con Rusia por sus exportaciones de gas y luego realizaría otros seis pagos hasta finales de año.
En tanto, el conflicto con las regiones separatistas prorrusas sigue su curso. Un grupo de rebeldes ocuparon ayer la sede del Banco central de Donetsk, sin resistencia por parte de las fuerzas de seguridad. Hemos estado preparando esto desde hace más de un mes, aseguró un rebelde llamado Oleksandr Matyushyn, mientras que otros cinco hombres armados montaban guardia frente a la entrada principal del edificio. Queremos que los ingresos fiscales se queden aquí en vez de ir a Kiev, añadió.
El sistema financiero está paralizado. El pago de los sueldos y de las pensiones está suspendido, indicó por su parte el gobierno ucraniano en un comunicado.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko convocó a un consejo de seguridad nacional con el objetivo de dar una respuesta adecuada a los rebeldes. La posibilidad de adoptar la ley marcial en las regiones rebeldes será examinada, indicó el ministro ucraniano de Defensa, Mikhailo Koval.
cronista.com
Rusia cumplió la amenaza de cortar el suministro de gas a Ucrania, en una medida que puede afectar también a Europa y que puede agravar el peor conflicto en el continente desde la Guerra Fría.
Gazprom, la gigante energética de capitales público - privados rusa, tomó la decisión luego de reclamar sin éxito el pago de la deuda que mantiene el gobierno de Kiev y que asciende a u$s 4.500 millones.
La crisis económica que sacude a los ucranianos, sumado a el rechazo al aumento de precios que les impuso Moscú, luego de la destitución del presidente Viktor Yanukovich, forzó el conflicto que ahora amenaza a todo el continente.
Aunque el domingo por la tarde aún había esperanzas de poder evitar la tercera guerra del gas tras los anteriores conflictos en 2006 y 2009, que afectaron al suministro de la UE. el ultimátum expiró y la empresa anunció que sólo ofrecerá gas prepago.
Naftogaz (la distribuidora ucraniana) recibe solo los volúmenes por los que paga. No ha pagado nada, así que no se suministra nada, precisó el portavoz de Gazprom, Serguei Kuprianov.
Ante temores de que la población ucraniana perfore las tuberías de gas para el consumo doméstico, el ministro ucraniano de Energía, Yuri Prodan aseguró que el tránsito de gas hacia Europa, que es de alrededor del 15% del que consume, está asegurado.
Gazprom ya advirtió a Bruselas de que habría posibles perturbaciones en el suministro a la Unión Europea si Ucrania se apropia del gas que transita por su territorio.
A pesar de los pedidos de la Unión Europea de reconsiderar la decisión, Gazprom dio por cerrado el caso. No hay nada más que discutir con Ucrania, dijo el presidente del gigante ruso del gas, Alexei Miller.
Por su lado el Comisario europeo de Energía, Guenther Oettinger, advirtió que aunque no habrá problemas de suministro de gas ruso para Europa en las próximas semanas, sí tendremos un problema en caso de invierno riguroso.
Jen Psaki, portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, instó a Rusia a regresar a la mesa de negociaciones con Ucrania y adelantó que las autoridades europeas están trabajando con ambas partes para alcanzar un compromiso competitivo que asuma el precio de mercado y los pagos.
La funcionaria estadounidense apuntó que la propuesta europea que Ucrania ha aceptado es justa y razonable por lo que, agregó, urgió a Rusia a que se vuelva a involucrar en las negociaciones.
Según este planteamiento, Ucrania pagaría primero u$s 1.000 millones para saldar parte de su deuda con Rusia por sus exportaciones de gas y luego realizaría otros seis pagos hasta finales de año.
En tanto, el conflicto con las regiones separatistas prorrusas sigue su curso. Un grupo de rebeldes ocuparon ayer la sede del Banco central de Donetsk, sin resistencia por parte de las fuerzas de seguridad. Hemos estado preparando esto desde hace más de un mes, aseguró un rebelde llamado Oleksandr Matyushyn, mientras que otros cinco hombres armados montaban guardia frente a la entrada principal del edificio. Queremos que los ingresos fiscales se queden aquí en vez de ir a Kiev, añadió.
El sistema financiero está paralizado. El pago de los sueldos y de las pensiones está suspendido, indicó por su parte el gobierno ucraniano en un comunicado.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko convocó a un consejo de seguridad nacional con el objetivo de dar una respuesta adecuada a los rebeldes. La posibilidad de adoptar la ley marcial en las regiones rebeldes será examinada, indicó el ministro ucraniano de Defensa, Mikhailo Koval.
cronista.com