Analicemos con detalle esta jornada, porque a pesar del cierre de Wall Street y del mercado londinense, ha sido especialmente interesante. Veamos por qué.
Primeros recojamos un par de declaraciones sobre las elecciones al Parlamento Europeo de este fin de semana:
Dominique Moisi, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, comentaba: "La legitimidad de Europa está debilitada, la legitimidad de Francia en Europa está aún más debilitada. Para funcionar, Europa necesita un balance fuerte entre Francia y Alemania. Pero Francia está moviéndose en la dirección de Italia o Grecia en términos económicos y moviéndose en la dirección de Gran Bretaña en su relación con Europa".
Estas duras declaraciones ponen en cuestión el proyecto europeo, y no sin razón, dado el éxito electoral de algunas formaciones como el Frente Nacional francés de Marine Le Pen, claramente antieuropeista.
Le Pen señaló tras convertirse en la fuerza más votada de Francia: "La gente ha hablado alto y claro. Ya no quieren ser liderados por aquellos que están fuera de nuestras fronteras, por comisarios de la UE y tecnócratas no electos. Quieren estar protegidos de la globalización y tomar las riendas de su destino".
Estas declaraciones son simplemente un ejemplo de la convulsión política que se está viviendo en Europa tras las elecciones del domingo. La estabilidad está garantizada por ahora, pues el partido popular y el partido socialista europeo siguen siendo mayoría, pero la creciente fuerza de partidos radicales y antisistema, son un claro factor de incertidumbre.
A pesar de ello las bolsas europeas han subido un 1,09% (en el caso del Eurostoxx 50), situándose en máximos intradía. El Ibex 35 sube un 1,22% a 10.687 puntos, cerca de máximos también.
Y el motivo lo podemos encontrar en las declaracionesdel presidente del BCE, Mario Draghi:
Dominique Moisi, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, comentaba: "La legitimidad de Europa está debilitada, la legitimidad de Francia en Europa está aún más debilitada. Para funcionar, Europa necesita un balance fuerte entre Francia y Alemania. Pero Francia está moviéndose en la dirección de Italia o Grecia en términos económicos y moviéndose en la dirección de Gran Bretaña en su relación con Europa".
Estas duras declaraciones ponen en cuestión el proyecto europeo, y no sin razón, dado el éxito electoral de algunas formaciones como el Frente Nacional francés de Marine Le Pen, claramente antieuropeista.
Le Pen señaló tras convertirse en la fuerza más votada de Francia: "La gente ha hablado alto y claro. Ya no quieren ser liderados por aquellos que están fuera de nuestras fronteras, por comisarios de la UE y tecnócratas no electos. Quieren estar protegidos de la globalización y tomar las riendas de su destino".
Estas declaraciones son simplemente un ejemplo de la convulsión política que se está viviendo en Europa tras las elecciones del domingo. La estabilidad está garantizada por ahora, pues el partido popular y el partido socialista europeo siguen siendo mayoría, pero la creciente fuerza de partidos radicales y antisistema, son un claro factor de incertidumbre.
A pesar de ello las bolsas europeas han subido un 1,09% (en el caso del Eurostoxx 50), situándose en máximos intradía. El Ibex 35 sube un 1,22% a 10.687 puntos, cerca de máximos también.
Y el motivo lo podemos encontrar en las declaracionesdel presidente del BCE, Mario Draghi:
- Una caída en las expectativas de inflación sería el contexto para un amplio plan de compra de activos.
- La situación inmediata requeriría medidas para aliviar las restricciones de crédito.
- Se debe estar preparado para actuar si los riesgos así lo aconsejan.
El próximo 5 de junio el BCE se reunirá y probablemente adoptará nuevas medidas de estímulo económico -bajada de tipos de referencia, tipos de depósito negativo, nuevo programa LTRO...
Al mercado ahora no le preocupa la política. Ya lo demostró en el reciente conflicto Ucrania-Rusia, en el que un riesgo creciente de confrontación bélica no fue tomado negativamente por los inversores. Al mercado le interesa más que la dosis de liquidez, a la que es adicto, se le va a incrementar en los próximos días.
Los gestores tienen mucho dinero en sus carteras y tienen que darle salida. Como señalábamos en artículos anteriores, al no producirse la corrección tan esperada que les permitiera tomar posiciones a precios más bajos, han tenido que entrar al mejor precio del mercado, impulsando los precios al alza. No hay que buscar muchas más explicaciones.
Pero todo tiene un límite. Como dice Natalia Aguirre de Renta 4 Banco: Entendemos, que si finalmente no se adopta un QE “fuerte” el 5 de junio, para limitar posibles correcciones en renta variable, el mensaje del BCE debería ir encaminado a mantener las expectativas del mercado sobre dicha posibilidad en el futuro que en principio tan sólo se contemplaría en un contexto de fuerte deterioro de las perspectivas de inflación o crecimiento económico.
Asimismo, nos reiteramos en la idea de que subidas adicionales sostenidas de las bolsas deberán venir apoyadas por una recuperación de los beneficios empresariales tomando el relevo al apoyo de los bancos centrales como principales impulsores de las cotizaciones. En este sentido, queremos destacar que, si bien aún no se ha producido el punto de inflexión en la revisión de BPAs(de “a la baja” a “al alza”), generalmente anticipado por indicadores adelantados de ciclo como el PMI, de excluir el impacto negativo de la apreciación del Euro en los resultados europeos sí estaríamos viendo este punto de inflexión.
Por tanto, un QE de calado del BCE también apoyaría un próximo punto de inflexión en BPAs al previsiblemente debilitar al Euro.
Es decir, es necesario que el efecto liquidez sea reemplazo paulatinamente por el efecto crecimiento de beneficios empresariales. Si esto sucede, la tendencia alcista, independientemente de correcciones puntuales, se mantendrá. Si no, caeremos, y caeremos con fuerza, porque ya no habrá motivos para subir, y muchos inversores tendrán unas carteras con grandes beneficios potenciales listos para ser materializados.
- La situación inmediata requeriría medidas para aliviar las restricciones de crédito.
- Se debe estar preparado para actuar si los riesgos así lo aconsejan.
El próximo 5 de junio el BCE se reunirá y probablemente adoptará nuevas medidas de estímulo económico -bajada de tipos de referencia, tipos de depósito negativo, nuevo programa LTRO...
Al mercado ahora no le preocupa la política. Ya lo demostró en el reciente conflicto Ucrania-Rusia, en el que un riesgo creciente de confrontación bélica no fue tomado negativamente por los inversores. Al mercado le interesa más que la dosis de liquidez, a la que es adicto, se le va a incrementar en los próximos días.
Los gestores tienen mucho dinero en sus carteras y tienen que darle salida. Como señalábamos en artículos anteriores, al no producirse la corrección tan esperada que les permitiera tomar posiciones a precios más bajos, han tenido que entrar al mejor precio del mercado, impulsando los precios al alza. No hay que buscar muchas más explicaciones.
Pero todo tiene un límite. Como dice Natalia Aguirre de Renta 4 Banco: Entendemos, que si finalmente no se adopta un QE “fuerte” el 5 de junio, para limitar posibles correcciones en renta variable, el mensaje del BCE debería ir encaminado a mantener las expectativas del mercado sobre dicha posibilidad en el futuro que en principio tan sólo se contemplaría en un contexto de fuerte deterioro de las perspectivas de inflación o crecimiento económico.
Asimismo, nos reiteramos en la idea de que subidas adicionales sostenidas de las bolsas deberán venir apoyadas por una recuperación de los beneficios empresariales tomando el relevo al apoyo de los bancos centrales como principales impulsores de las cotizaciones. En este sentido, queremos destacar que, si bien aún no se ha producido el punto de inflexión en la revisión de BPAs(de “a la baja” a “al alza”), generalmente anticipado por indicadores adelantados de ciclo como el PMI, de excluir el impacto negativo de la apreciación del Euro en los resultados europeos sí estaríamos viendo este punto de inflexión.
Por tanto, un QE de calado del BCE también apoyaría un próximo punto de inflexión en BPAs al previsiblemente debilitar al Euro.
Es decir, es necesario que el efecto liquidez sea reemplazo paulatinamente por el efecto crecimiento de beneficios empresariales. Si esto sucede, la tendencia alcista, independientemente de correcciones puntuales, se mantendrá. Si no, caeremos, y caeremos con fuerza, porque ya no habrá motivos para subir, y muchos inversores tendrán unas carteras con grandes beneficios potenciales listos para ser materializados.