Banco Santander y BBVA se han ahorrado 15.275 millones de euros desde que, cada uno en su momento, comenzaron a aplicar el denominado scrip dividend, que da la opción a los accionistas de cobrar el dividendo en acciones o en efectivo.
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El banco cántabro se lleva la palma. Ha dejado de pagar a sus inversores nada menos que 12.487 millones desde 2009, cuando ofreció por primera vez esta fórmula. Mientras, el ahorro de la entidad azul asciende a 2.787 millones desde la primavera de 2011.
Con el pretexto de capitalizar la entidad y reforzar su solvencia, el Santander decidió en 2009 rebajar el dividendo de 0,65 a 0,60 euros por acción y ofrecer a los accionistas cobrar uno de sus cuatro pagos del dividendo (el de noviembre) en acciones o en efectivo. Seguía así los pasos que unos meses antes había inaugurado la aseguradora Mapfre y que después tantas empresas españolas han imitado. Introducía en su relación con los inversores un nuevo concepto: el scrip dividend.
Desde entonces, ha utilizado esta fórmula en 12 ocasiones (una en 2009, una en 2010, dos en 2011 y los cuatro pagos de 2012 y 2013) y ya ha anunciado que la mantendrá para el próximo reparto de febrero. Los accionistas siempre han respondido mayoritariamente a la llamada del banco para cobrar el dividendo en acciones. Con ello, la entidad impide la salida de caja y los inversores evitan la dilución de sus acciones. En el último reparto, el de noviembre, el 89,2% del capital escogió recibir acciones, lo que supone el porcentaje más alto desde que el Santander ofrece el scrip dividend.
En total, las 12 ampliaciones de capital que el Santander ha realizado hasta la fecha por el Dividendo Elección han supuesto la emisión de 2.303 millones de nuevas acciones. Esto, combinado con la caída de la cotización y los beneficios, ha provocado que un inversor que siempre haya optado por recibir la remuneración en efectivo haya diluido su participación más del 70%.
LA RENTABILIDAD MÁS ALTA DEL IBEX 35
El Santander ha mantenido el importe de la retribución (0,60 euros brutos anuales) en los últimos cuatro años de crisis, lo que le ha permitido liderar la rentabilidad por dividendo del Ibex 35 –en la actualidad ronda el 9,5%-. Lo ha podido hacer gracias a la elección mayoritaria de los accionistas de cobrar el dividendo en nuevos títulos. El valor equivalente de las 2.303 millones de acciones emitidas asciende a 13.639 millones de euros, mientras que el coste para el banco de todas las ampliaciones de capital alcanza los 1.151 millones. De esta forma, ha conseguido ahorrarse 12.487 millones.
Desde noviembre de 2009, el Santander ha entregado cinco de sus dividendos completamente en efectivo (tres en 2010 y dos en 2011). Sumados a los importes repartidos entre los accionistas que eligieron cobrar en dinero en los 12 scrip dividends, el desembolso total del Santander asciende a 9.882 millones.
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Fuente: CNMV; Banco Santander; Elaboración propia
Su gran rival en España, el BBVA, se resistió más en implantar el scrip dividend. Fue en abril de 2011. Como en el Santander, la mayoría de los accionistas escogió cobrar en nuevos títulos. En concreto, el 79,74% del capital eligió esta opción. No obstante, no fue la primera vez que los inversores del banco azul recibían el dividendo en acciones. En abril de 2009, la entidad que preside Francisco González pagó con acciones procedentes de autocartera, con lo que lo inversores no sufrieron dilución. Fue el paso previo a la rebaja del dividendo que ejecutó unos meses después, hasta los 0,42 euros brutos por acción, y a la introducción del Dividendo Opción.
Desde 2011, el BBVA ha realizado cada año cuatro pagos, dos de ellos completamente en efectivo (0,20 euros) y otros dos bajo la fórmula del scrip dividend (0,22 euros). En total, los accionistas de la entidad vasca han tenido que decidir en seis ocasiones entre recibir nuevas acciones o dinero. La mayoritaria elección de los inversores por cobrar en acciones (ver cuadro), ha permitido al banco azul ahorrarse 2.787 millones de euros, frente a los 3.191 millones distribuidos.
En términos comparables, es decir, desde abril de 2011, el Santander ha recurrido al scrip dividend en nueve ocasiones, con un desembolso de 5.464 millones de euros y un ahorro de casi el doble, 10.158 millones.
El ahorro del BBVA es muy inferior al del Santander por tres motivos: porque, como se ha señalado, la entidad presidida por Francisco González ofrece el dividendo en acciones sólo en dos de sus cuatro pagos; porque la remuneración es sustancialmente más baja (la rentabilidad del BBVA se sitúa actualmente en el entorno del 5%, frente al 9,5% de la entidad cántabra); y porque el número de acciones en circulación también es muy inferior (5.785 millones frente a 11.333 millones del Santander).

Fuente: CNMV; BBVA; Elaboración propia
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