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Las cuotas de las prepagas sufrirían un incremento de 8 por ciento, con vigencia desde este mismo mes, según una autorización que, está previsto, formalizaría en los próximos días el Gobierno.
Las entidades que venden planes de salud habían hecho hace varios meses un pedido de autorización para aumentar sus precios entre 9 y 10 por ciento, recuerda hoy el diario La Nación, explicando que según la ley de regulación de la medicina privada, la Secretaría de Comercio Interior debe dar su aval para la suba, que luego se formaliza con una resolución del Ministerio de Salud.
Los últimos aumentos fueron en los meses de septiembre (7 por ciento) y diciembre del año pasado, en este caso con una suba diferenciada, ya que las empresas con más de 100.000 afiliados aumentaron 9 por ciento y las más pequeñas, 10 por ciento.
Las prepagas insistieron ante la Superintendencia de Servicios de Salud -el organismo encargado del control sobre las entidades- con sus pedidos por un ajuste más alto y si se confirma que la cuota puede aumentar desde este mes, las facturas de junio llegarán con el correspondiente monto retroactivo.
Las empresas sostienen que no se logró compensar el encarecimiento de costos que hubo, durante el año pasado, para la prestación de servicios, a lo que se suma que la instrumentación de la ley regulatoria sumó más costos.
En el Gobierno no hubo una negativa a la solicitud del aumento, que está bajo análisis en febrero pasado, cuando se dispuso el congelamiento de los precios.
Entonces, la superintendenta Liliana Korenfel convocó a los directivos y los comprometió a esperar por lo menos 60 días para tener una respuesta.
En estos días se decidió avanzar en el que no será el único incremento que las prepagas prevén aplicar este año. En el primer trimestre y según datos de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra), el costo total de dar servicios subió 5,4 por ciento.
Los últimos aumentos fueron en los meses de septiembre (7 por ciento) y diciembre del año pasado, en este caso con una suba diferenciada, ya que las empresas con más de 100.000 afiliados aumentaron 9 por ciento y las más pequeñas, 10 por ciento.
Las prepagas insistieron ante la Superintendencia de Servicios de Salud -el organismo encargado del control sobre las entidades- con sus pedidos por un ajuste más alto y si se confirma que la cuota puede aumentar desde este mes, las facturas de junio llegarán con el correspondiente monto retroactivo.
Las empresas sostienen que no se logró compensar el encarecimiento de costos que hubo, durante el año pasado, para la prestación de servicios, a lo que se suma que la instrumentación de la ley regulatoria sumó más costos.
En el Gobierno no hubo una negativa a la solicitud del aumento, que está bajo análisis en febrero pasado, cuando se dispuso el congelamiento de los precios.
Entonces, la superintendenta Liliana Korenfel convocó a los directivos y los comprometió a esperar por lo menos 60 días para tener una respuesta.
En estos días se decidió avanzar en el que no será el único incremento que las prepagas prevén aplicar este año. En el primer trimestre y según datos de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra), el costo total de dar servicios subió 5,4 por ciento.
nosis
