El Gobierno de Brasil podría excluir hasta unos 42.000 millones de reales (20.700 millones de dólares) de gasto público de sus cálculos fiscales para cumplir su meta de superávit primario, anunció el martes el ministro de Hacienda, Guido Mantega. El uso de fórmulas alternativas para calcular el superávit presupuestario primario, que excluye el pago de intereses de la deuda, permitiría a la presidenta Dilma Rousseff cumplir con el parámetro de disciplina fiscal más vigilado pese a que los ingresos tributarios no alcanzaron las expectativas.