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El árbol y el bosque del ciclo


La pérdida de tracción de los dos principales pilares para el crecimiento global – EEUU y Emergentes– no debe eclipsar elementos positivos: (i) el fortalecimiento de aquellas variables más penalizadas durante la crisis en EEUU, y (ii) la actitud preventiva de las autoridades en las economías en desarrollo.

Además de la intensa carga institucional en Europa, foco de atención prioritario para el mercado, no es conveniente perder de vista la variable ciclo. Si partimos de la base de que el ejercicio en términos de crecimiento económico es un año “perdido” para el conjunto de la zona Euro, la mayor parte de la contribución al avance de la economía global en 2012 sigue descansando en la capacidad de crecimiento de EEUU y los países emergentes.

En el caso estadounidense, siguen acumulándose señales de pérdida de momentum. Ayer, la encuesta de actividad de pequeñas y medianas empresas (NFIB), correspondiente al mes de junio, arrojó un balance pobre, con recaída del índice general de confianza a cotas mínimas desde verano del año pasado, y giro en las expectativas de contratación de nuevos empleados, que se desmarcan de la mejora observada en los primeros meses del ejercicio.

Sin embargo, atendiendo a otros indicadores de empleo de naturaleza más adelantada, el dato del número de vacantes de puestos de trabajo en el mes de junio ascendió a 195.000, señalando que, de momento, no se adivina una desaceleración sustancial del ritmo de creación de empleo en los meses venideros.

Seguimos contemplando que, a no ser que la situación en la zona Euro derive en escenarios extremos, los registros contemporáneos de menor tracción se limitarían a un soft patch que daría paso a un recobrado pulso a partir del tercer trimestre del ejercicio. Una afirmación que encuentra apoyo en la recuperación que siguen acumulando algunas variables que han estado más golpeadas por la crisis –crédito, sector residencial- y cuyo fortalecimiento es clave para apuntalar la capacidad autónoma de crecimiento de EEUU.

Crecimiento que en lo que resta de 2012 estaría crecientemente apoyado en la demanda interna, con especial protagonismo del consumo y la inversión, pero que encontrará riesgos a la baja aun no resueltos tanto a nivel doméstico -como el efecto del recorte del gasto publico a consecuencia del plan de consolidación fiscal (ahorrar 2,4 billones de dólares en diez años)- como internacional -derivado de la crisis soberana-financiera-. Lo bueno es que el riesgo ligado a un repunte de los precios del petróleo ha pasado a un segundo plano dada la moderación registrada durante los dos últimos meses. Una política fiscal sin margen de maniobra será contrarrestada con el compromiso pro-actividad de la política monetaria, cuya sesgo acomodaticio se mantendrá (aunque a fecha de hoy no pensamos que desemboque en un QE3) durante un período prolongado de tiempo.

En la lectura de los últimos indicadores a nivel global en el abanico de economías emergentes ha abonado algunas dudas sobre su capacidad de crecimiento, particularmente en las BRIC. Dudas que pensamos podrían diluirse en paralelo a la intensidad creciente que está cobrando la aplicación preventiva de estímulos fiscales y monetarios en una buena parte de estos países.

La situación a nivel de las principales economías, sin embargo, no es simétrica. En China, destaca el activismo renovado de la política económica para neutralizar el deterioro en el ciclo económico. ¿Qué se ha anunciado recientemente a nivel de política monetaria? Por un lado, recortes en el tipo de préstamo y de depósito de referencia, ahora en el 6% y el 3% respectivamente. Por otro, ampliación de márgenes a los que una entidad puede prestar o tomar prestado.

¿Qué señalizan estos movimientos? Preocupación por la posición cíclica de la economía, pero también capacidad para estimular el ciclo desde el frente de la política monetaria. Asimismo, constituyen pasos hacia la liberalización de los mercados financieros. ¿Cabe esperar nuevas medidas en la misma dirección? Es muy probable. Esperamos entre una y dos rebajas adicionales en los tipos de referencia y más recortes en los coeficientes de reserva. A nivel de política fiscal en China, podrían destinarse 150 mil millones USD (no confirmados) a nuevos proyectos de infraestructuras y subsidios al consumo. ¿Qué señalaría esta decisión? Que el crecimiento es el pilar fundamental de la política económica, aunque en 2009 el importe de los estímulos fiscales fue cuatro veces superior, si bien es cierto que todavía estamos lejos de un escenario de crecimiento reducido como el de entonces ¿Cabe esperar medidas adicionales de estímulo fiscal? Solo si la ralentización de la actividad persiste en los meses intermedios del ejercicio y/o la crisis del euro se agudiza. La conclusión es que respecto a China nuestra visión de fondo no cambia: el grueso de la desaceleración se explica por la situación del sector inmobiliario y el reequilibrio de las fuentes de crecimiento de la economía. Existe margen suficiente para aplicar estímulos desde los frentes fiscal y monetario, que permitan cerrar el ejercicio con tasas de avance del PIB próximas al 8% promedio anual. En este punto, el viernes que viene se publica el registro de crecimiento del PIB correspondiente al 2T12. El consenso espera un avance del 7,7% interanual.

El momentum en la India difiere de forma sensible, habiendo crecido en 1T12 al ritmo más bajo desde el inicio de la crisis (por debajo del 6%). La capacidad de recuperación de esta economía está condicionada por los desequilibrios macroeconómicos, particularmente la inflación y el déficit por cuenta corriente. El avance de la actividad desde 2008 ha convivido con un déficit fiscal en cotas próximas al 10% y con una caída persistente del peso de la inversión en el PIB, liderada por la falta de tracción de la inversión privada. Además, existen serias dificultades para asistir a una reversión de la tasa de inflación a los niveles objetivo del banco central, lo que limita el margen de estímulo monetario.

En Brasil, los riesgos de recaída de la actividad se han elevado, aunque el consumo podría ejercer de factor de soporte de la actividad en los meses intermedios del ejercicio. La política monetaria se está mostrando muy proactiva en este entorno, tanto a nivel de recortes de tipos (la tasa Selic se sitúa ya en el 8,50% y por debajo de los mínimos de 2009, acumulando 250 pb de caída desde el inicio del año) como de reactivación del crédito a familias. Por último, Rusia se encuentra en una posición “cómoda” para afrontar la desaceleración del ciclo global. La solidez de sus fundamentos macro se ve reforzada por la posición exterior de la economía: superávit por cuenta corriente y volumen de reservas.

(Banif