El Gobierno conservador de Portugal cumple hoy un año en el poder dominado por la austeridad impuesta en el rescate del país y la lucha contra una crisis económica que no empezará a remitir hasta finales de 2013. Según las previsiones del propio Ejecutivo y de los organismos internacionales, al primer ministro, Pedro Passos Coelho, le queda otro año más de disciplina económica y ajustes para reducir el déficit fiscal, antes de que el país empiece a dar signos de recuperación.