El nuevo Gobierno de Francia pretende fijar límites en las retribuciones cobradas por los ejecutivos de empresas controladas por el Estado en cumplimiento de una de las promesas electorales de Francois Hollande, quien defendió en campaña la necesidad establecer un tope máximo en el salario de los altos ejecutivos equivalente a veinte veces el de sus empleados peor pagados. "Estamos trabajando en un plan para recortar los sueldos de los empleados de las compañía públicas", aseguró en rueda de prensa el ministro galo de Finanzas, Pierre Moscovici, quien apuntó que el nuevo marco podría estar listo en un par de semanas.