Repsol desvelará mañana las grandes líneas de su nuevo plan estratégico, que será la guía de la compañía hasta 2016. Un nuevo plan que obligatoriamente vendrá marcado por el golpe asestado el pasado abril por el Gobierno argentino con la nacionalización de YPF, hasta entonces controlada por la petrolera española.
La compañía presidida por Antonio Brufau ya ha avanzado algunos de los pilares que tendrá el plan 2012-2016, centrado en el crecimiento orgánico en upstream, consolidación del área de refino tras la ampliación de las plantas de Cartagena y Bilbao, una cartera de activos más equilibrada... El plan, asimismo, tendrá como una de sus prioridades la implementación de medidas de disciplina financiera con el objetivo de mantener su actual nivel de ráting. Y, para conseguirlo, los analistas reclaman a Repsol que se pliegue a rebajar el dividendo e incluso que venda la participación del 30% que mantiene en Gas Natural Fenosa.
Menos dividendo
Los analistas coinciden en que, tras el varapalo de perder YPF, Repsol tendrá que rebajar la retribución al accionista si quiere mantener la nota de su deuda (Standard & Poor's rebajó el ráting de la petrolera tan solo tres días de la nacionalización ordenada por Cristina Kirchner, dejó la nota de la compañía a un solo paso de considerarlo 'bono basura' y amenaza con nuevos recortes). "Repsol tiene que tener contentas a las agencias de calificación y una manera de hacerlo es recortando el dividendo. Tengo la sensación de que la compañía aprovechará la oportunidad y lo hará", explica Lydia Rainforth, analista de Barclays, citada por Bloomberg.
Los analistas coinciden en que, tras el varapalo de perder YPF, Repsol tendrá que rebajar la retribución al accionista si quiere mantener la nota de su deuda (Standard & Poor's rebajó el ráting de la petrolera tan solo tres días de la nacionalización ordenada por Cristina Kirchner, dejó la nota de la compañía a un solo paso de considerarlo 'bono basura' y amenaza con nuevos recortes). "Repsol tiene que tener contentas a las agencias de calificación y una manera de hacerlo es recortando el dividendo. Tengo la sensación de que la compañía aprovechará la oportunidad y lo hará", explica Lydia Rainforth, analista de Barclays, citada por Bloomberg.
Tras la nacionalización de YPF, Repsol confirmó su intención de elevar un 10% la retribución al accionistacon cargo a las cuentas de 2011: en enero, la compañía ya pagó un dividendo de 0,5775 euros y lo complementará con otro de igual cuantía, elevando la retribución total hasta los 1,155 euros por título. Los analistas no creen que la retribución con cargo a las cuentas de 2012 pueda o deba mantener ese nivel.
"Seguir con el crecimiento, mantener el dividendo y defender el nivel de ráting son cuestiones incompatibles", sentencia Mark Bloomfield, analista de Deustche Bank. Según un informe del banco alemán, la petrolera española debería reducir deuda en unos 3.000 millones de euros para mantener elinvestment rate de las agencias de ráting. "Repsol debe reducir el dividendo", apunta Bloomfield. De hecho, el modelo de predicción de dividendos de Bloomberg apunta a que Repsol reducirá el dividendo de 2012 a 1 euro por acción y lo subirá ligeramente a 1,08 euros el próximo año.
Vender Gas Natural
Los analistas de Deutsche Bank y de Jefferies International apuntan igualmente otra vía para que Repsol garantice su solidez financiera: la venta de su participación del 30% en el capital de Gas Natural Fenosa, un paquete valorado en cerca de 2.800 millones de euros a precios de mercado.
Los analistas de Deutsche Bank y de Jefferies International apuntan igualmente otra vía para que Repsol garantice su solidez financiera: la venta de su participación del 30% en el capital de Gas Natural Fenosa, un paquete valorado en cerca de 2.800 millones de euros a precios de mercado.
La salida de Repsol del capital de Gas Natural permitiría a la petrolera dejar de contabilizar en su balance el 30% de la deuda del grupo presidida por Salvador Gabarró, que asciende a 4.800 millones, lo que presiona los ratios financieros que valoran las agencias de ráting. La deuda de Repsol, excluida la correspondiente de Gas natural y la que aportaba YPF, alcanza los 4.200 millones.
"Repsol debería deshacerse de su participación en Gas Natural para concentrar sus recursos en conseguir un alto crecimiento en sus operaciones upstream", apunta Brendan Warnd, analista de Jefferies, que apunta que con la cantidad ingresada con la venta la compañía presidida por Antonio Brufau podría mejorar su capacidad para competir con las grandes petroleras en el área de exploración y producción de hidrocarburos.
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