Los analistas creen que una reestructuración de la deuda de Portugal al estilo de Grecia es improbable. Por ejemplo, Luca Jellinek, de Crédit Agricole, considera “poco probable” que se aplique una merma a la deuda lusa, aunque alerta de que “los temores a una reestructuración no desaparecerán pronto a pesar de que la garantía dada de que el caso de Grecia es único y excepcional”. Desde Goldman Sachs dudan de que el país luso termine aplicando una quita a la deuda en manos de sus acreedores privados, tal y como ha sucedido con Grecia, dado el compromiso de los líderes políticos para considerar al país heleno un caso excepcional y el empeño portugués en cumplir las reformas estructurales pactadas.