El Gobierno porteño comenzará con los operativos que controlarán el uso de drogas por parte de los conductores. A la hora 0 del viernes arrancarán los test en zonas cercanas a boliches y movidas nocturnas. En caso de dar positivo se le confiscará el vehículo y se le aplicará una multa al conductor.
La sanción es polémica, pero en pocas horas dará comienzo en la Ciudad de Buenos Aires. Tanto las drogas ilícitas como otras lícitas estarán prohibidas para quienes estén al mando de un vehículo. Esto apunta a mejorar la seguridad vial ya que los estupefacientes y varios medicamentos permitidos (y hasta recetados) en exceso modifican la conducta de cualquier persona (pérdida de reflejos, somnolencia, etc.).
Los controles tendrán dos pasos: primero con un pupilómetro, que mide la reacción de la pupila ante estímulos luminosos y puede detectar consumo de drogas, alcohol y cansancio; y luego con una tirita similar a la del test de embarazo que solamente con saliva puede reconocer la ingesta de múltiples tipos de drogas: marihuana, cocaína, anfetaminas, opiáceas, benzodiacepinas (incluida en muchos ansiolíticos como Alplax y Rivotril).
A los automovilistas que se les detecte algún estupefaciente u otra droga legal en exceso se les secuestrará el vehículo y, además, se les aplicará una multa de 200 a 2.000 pesos y de 1 a 10 días de arresto. No habrá un límite de tolerancia como en el test de alcoholemia (se permite hasta un 0,5 de alcohol en sangre): si se comprueba el consumo de alguna de estas sustancias serán sancionados.
Este tipo de controles se implementa hace varios años en muchos otros países de todos los continentes. En Argentina será la primera vez que se realice esta detección de drogas para los conductores y también lo será para América Latina. Una medida interesante y necesaria que se complementará con el Alcoholemia para lograr un manejo más seguro en pos de disminuir los accidentes viales.
La sanción es polémica, pero en pocas horas dará comienzo en la Ciudad de Buenos Aires. Tanto las drogas ilícitas como otras lícitas estarán prohibidas para quienes estén al mando de un vehículo. Esto apunta a mejorar la seguridad vial ya que los estupefacientes y varios medicamentos permitidos (y hasta recetados) en exceso modifican la conducta de cualquier persona (pérdida de reflejos, somnolencia, etc.).
Los controles tendrán dos pasos: primero con un pupilómetro, que mide la reacción de la pupila ante estímulos luminosos y puede detectar consumo de drogas, alcohol y cansancio; y luego con una tirita similar a la del test de embarazo que solamente con saliva puede reconocer la ingesta de múltiples tipos de drogas: marihuana, cocaína, anfetaminas, opiáceas, benzodiacepinas (incluida en muchos ansiolíticos como Alplax y Rivotril).
A los automovilistas que se les detecte algún estupefaciente u otra droga legal en exceso se les secuestrará el vehículo y, además, se les aplicará una multa de 200 a 2.000 pesos y de 1 a 10 días de arresto. No habrá un límite de tolerancia como en el test de alcoholemia (se permite hasta un 0,5 de alcohol en sangre): si se comprueba el consumo de alguna de estas sustancias serán sancionados.
Este tipo de controles se implementa hace varios años en muchos otros países de todos los continentes. En Argentina será la primera vez que se realice esta detección de drogas para los conductores y también lo será para América Latina. Una medida interesante y necesaria que se complementará con el Alcoholemia para lograr un manejo más seguro en pos de disminuir los accidentes viales.