La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo el lunes que está inmensamente preocupada por la inflación, que casi alcanza el tope del rango de la meta oficial para este año, y sostuvo que el Gobierno actuará para impedir que los precios sigan subiendo. "Estamos inmensamente preocupados respecto a la inflación y no existe una situación bajo la cual el Gobierno baje su guardia cuando se trate de controlar la inflación", declaró Rousseff a la prensa en Brasilia. Los precios han subido este año en Brasil debido a una economía local robusta y por una ola de inflación impulsada por las materias primas que ha causado preocupación entre las autoridades de mercados emergentes de todo el mundo.