En el año transcurrido desde el derrame de petróleo del Golfo de México, los funcionarios a lo largo de la costa han derrochado el dinero de BP, con gastos de millones de dólares en vehículos, aparatos y herramientas que han ayudado poco a la limpieza, muestra una investigación de The Associated Press.
El gigante petrolero abrió su chequera mientras la crisis todavía estaba en desarrollo el año pasado e inyectó cientos de millones de dólares en comunidades de la Costa del Golfo con pocas condiciones.
En Ocean Springs, Misisipi, los oficiales de reserva de la Policía obtuvieron armas de electrochoque Taser. El departamento de alcantarillado en la cercana Gulfport compró un camión aspiradora de US$300.000 que nunca succionó una gota de petróleo.
El gobierno de Biloxi, Misisipi, compró una decena de camionetas deportivas. Un presidente de parroquia se compró un iPad y su portavoz un computador portátil de US$3.100. Un condado en la Florida gastó US$560.000 en conciertos de rock para promover sus playas libres de petróleo.
En todos los casos, las comunidades dijeron que se necesitaba el equipo nuevo y más potente para hacer frente, al menos indirectamente, al derrame.
En muchos casos, sin embargo, la conexión entre el derrame y los gastos es remota, y mucho dinero terminó en ciudades y pequeños pueblos poco afectados por la sustancia viscosa que llegó a la costa, encontró AP a través de registros solicitados a más de 150 comunidades y decenas de entrevistas.
La oficina de promoción turística de la Florida envió parte de una subvención de US$32 millones de la BP a lugares tan lejanos como los condados de Miami Dade y Broward en la costa este del estado, donde nunca llegó el crudo de la catástrofe.
Algunos funcionarios también fueron generosos con donadores de campañas y otros con contratos lucrativos.
La novia de un comisionado de un condado de Florida, por ejemplo, abrió una empresa de relaciones públicas unas semanas después del derrame y no tardó en obtener más de US$14.000 de los US$236.000 que el diminuto condado recibió en efectivo de BP para un mes de trabajo.
La explosión de la plataforma petrolera en aguas profundas Deepwater Horizon en el Golfo de México, el 20 de abril de 2010, mató a 11 trabajadores y ocasionó el peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos.
Mientras BP pasó meses intentando tapar el pozo y contener el derrame, las ciudades y pueblos a lo largo de la costa, de Luisiana a la Florida, temían el impacto en sus economías, principalmente las industrias de turismo y pesca, así como los daños ambientales.
En total, BP PLC informó que ha pagado a gobiernos estatales y locales más de US$754 millones al 31 de marzo, y ha reembolsado al gobierno federal otros US$694 millones.
BP estableció pocas condiciones sobre cómo los estados podían usar el dinero, indicando solamente que debe ir a mitigar los efectos del derrame.
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BP habría derrochado millones de dólares tras derrame en Golfo de México
abril 11, 2011