La propuesta franco alemana para armonizar las políticas económicas y sociales de Europa con el objetivo de lograr una mayor disciplina fiscal y competitividad refleja la existencia de una fuerte voluntad política de mantener con vida al euro, pero no supone una solución a la crisis de la eurozona, según un informe elaborado por el banco estadounidense Bank of America Merrill Lynch. No obstante, el banco considera que una mayor convergencia económica debería contribuir a mejorar la estabilidad de la eurozona y minimizar los costes para los países miembros por la cesión de su independencia monetaria cuando asumieron la moneda común.