El crecimiento de la economía mundial durante el año 2011 será levemente superior al 4%, señala el Informe de Diciembre del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), impulsado por el dinamismo de las economías emergentes.
“El viento de cola se prolonga, con tasas de interés extremadamente bajas en las economías desarrolladas y precios internacionales que, en los últimos doce meses, muestran aumentos del 23% para la soja y del 32% en los casos de trigo y maíz”, indica el estudio mencionado.
El mismo Informe analiza los bajos niveles de endeudamiento y de los vencimientos correspondientes a 2011 en los países del mundo emergente, con excepción de Europa del Este y de algunos países asiáticos (Filipinas, Pakistán, etc.), concluyendo que en ello radica una fortaleza importante, en particular en comparación con las dificultades que enfrentan los países PIIGS.
El Informe de Diciembre del IAEF destaca también el clima de coordinación que se desprende de la última reunión del G20 realizada en Seúl; y en particular “del compromiso de los líderes mundiales con el rebalanceo de la economía mundial, respetando las particularidades de cada país; y desarrollando un enfoque más orientado al mercado en los regímenes cambiarios y políticas de corrección fiscal amistosas con el crecimiento, en las economías desarrolladas”.
Agrega el IAEF que “surgen interrogantes respecto de la institucionalidad del G20 y la capacidad de otorgarle vigencia a sus recomendaciones”.
Mientras tanto, el mismo Informe señala que la economía argentina capitaliza el clima internacional favorable: “La producción industrial acumula un crecimiento del 8,8% en los primeros diez meses y del 5,9% en el tercer trimestre, lo que insinúa cierta desaceleración, atribuible en parte con una elevada utilización de la capacidad industrial, que roza el 80%”.
Precisamente, agrega el Informe, “la combinación de una elevada utilización de la capacidad instalada y de significativos estímulos a la demanda agregada en los planos fiscal –el gasto público creció 42% en octubre en términos interanuales– y monetario, explica el surgimiento de tensiones de precios y la reducción del superávit comercial, pese a la mejora en los precios internacionales, en los últimos meses”.
En particular, señala, se observa un fuerte y sostenido crecimiento de las importaciones “que ha neutralizado el efecto del aumento de las exportaciones que impulsó el contexto internacional y la suba de los precios de los commodities”.
“El viento de cola se prolonga, con tasas de interés extremadamente bajas en las economías desarrolladas y precios internacionales que, en los últimos doce meses, muestran aumentos del 23% para la soja y del 32% en los casos de trigo y maíz”, indica el estudio mencionado.
El mismo Informe analiza los bajos niveles de endeudamiento y de los vencimientos correspondientes a 2011 en los países del mundo emergente, con excepción de Europa del Este y de algunos países asiáticos (Filipinas, Pakistán, etc.), concluyendo que en ello radica una fortaleza importante, en particular en comparación con las dificultades que enfrentan los países PIIGS.
El Informe de Diciembre del IAEF destaca también el clima de coordinación que se desprende de la última reunión del G20 realizada en Seúl; y en particular “del compromiso de los líderes mundiales con el rebalanceo de la economía mundial, respetando las particularidades de cada país; y desarrollando un enfoque más orientado al mercado en los regímenes cambiarios y políticas de corrección fiscal amistosas con el crecimiento, en las economías desarrolladas”.
Agrega el IAEF que “surgen interrogantes respecto de la institucionalidad del G20 y la capacidad de otorgarle vigencia a sus recomendaciones”.
Mientras tanto, el mismo Informe señala que la economía argentina capitaliza el clima internacional favorable: “La producción industrial acumula un crecimiento del 8,8% en los primeros diez meses y del 5,9% en el tercer trimestre, lo que insinúa cierta desaceleración, atribuible en parte con una elevada utilización de la capacidad industrial, que roza el 80%”.
Precisamente, agrega el Informe, “la combinación de una elevada utilización de la capacidad instalada y de significativos estímulos a la demanda agregada en los planos fiscal –el gasto público creció 42% en octubre en términos interanuales– y monetario, explica el surgimiento de tensiones de precios y la reducción del superávit comercial, pese a la mejora en los precios internacionales, en los últimos meses”.
En particular, señala, se observa un fuerte y sostenido crecimiento de las importaciones “que ha neutralizado el efecto del aumento de las exportaciones que impulsó el contexto internacional y la suba de los precios de los commodities”.