El automóvil y sus 500.000 empleos siguen cayendo tras un año negro en España

Debilitado por un mercado europeo en baja forma y por el fin de las ayudas a la compra de coches, el sector automovilístico español, que emplea a 500.000 personas, prevé un balance de 2010 desastroso, tanto en ventas como en producción.En los 11 primeros meses del año, la venta de vehículos nuevos registró una subida del 5,9% interanual, lo que supone un pequeño consuelo cuando se sabe que 2009 ha sido un año históricamente bajo en ventas, lastrado por la entrada en recesión de España.Desde el verano, las ventas están cayendo entre un 20% y un 40% al mes, fruto del fin de la ayuda a la compra de vehículos y la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), a principios de febrero. En 2010, las ventas se situarán "en niveles de principios de los años 90", se lamentó la asociación de fabricantes Anfac, es decir, unas 950.000 ventas.Según la patronal del sector, en una situación ideal, el mercado debería oscilar entre 1,3 y 1,4 millones de unidades vendidas. En cuanto a la fabricación, las cifras no son mejores, con una caída del 6,5% en octubre, el cuarto mes en rojo. Aunque no cuenta con constructores nacionales (Seat pertenece a la alemana Volkswagen), España es el tercer productor de coches en Europa y fabricó 2,2 millones en 2009.Con el 90% de su producción destinada a la exportación, es un reflejo del mercado europeo, también en baja forma: según la Asociación de Constructores de Automóviles Europeos, las ventas bajaron en noviembre un 7,1% por octavo mes consecutivo.Primera víctima: el empleo. En España, "el automóvil ocupa a cerca de 500.000 trabajadores con su cadena de valor", explica Pedro Nueno, profesor en la IESE Business School de Madrid. "Pero si se añaden todos los empleos estimulados en otros sectores, como publicidad o banca, puede llegar a los dos millones", recuerda.El país cuenta ya con 4,6 millones de desempleados, una tasa (20%) récord en la zona euro. "Es importante que el Gobierno declare el sector de la automoción un sector estratégico", ya que emplea casi al 8,7% de la población activa, afirmaba recientemente José Manuel Machado, presidente de Ford España.Además, "un mercado fuerte es un factor de localización para las factorías instaladas en España", recuerda Anfac, asegurando que "si no se recupera el mercado, España perderá atractivo para mantener los niveles de producción actuales".Con un escaso crecimiento, España no puede permitirse el lujo de olvidarse de una actividad que le supone el 6% de su PIB.Para la asociación de concesionarios Faconauto, hay que estimular "la reactivación del único sector bien posicionado para mejorar de manera sólida la economía de nuestro país". Pero el Gobierno, comprometido con un plan de austeridad para reducir su déficit, no puede permitirse más ayudas a la compra de vehículos.Una a una, las 18 factorías de los diez constructores implantados en España están sufriendo la situación: PSA Peugeot Citroën, que emplea a 10.000 personas en Vigo y Madrid, ha aplicado paros parciales, Seat ha implantado paros temporales para 700 de sus 7.500 empleados en su fábrica de Martorell (Cataluña).El presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, se declaraba recientemente "pesimista", tras haber decidido reducir la producción en su factoría de Palencia. También presente en Valladolid y en Sevilla, cuenta con 10.000 empleados."La mayor parte de plantas en España ha perdido las ventajas competitivas de hace 10 años por falta de flexibilidad laboral, baja productividad y altos costes logísticos derivados de su posición geográfica", declaró al diario Cinco Días.

afp