Los expertos de Carmignac Gestión consideran que las presiones al alza sobre el euro podrían mantenerse, “al menos mientras la competitividad de Alemania no sea puesta en tela de juicio y siempre que no se produzca un muy improbable giro de la Fed o un cambio radical en la política del BCE”. Además, comentan que, “las tensiones deflacionistas en Europa se ven relegadas a un segundo plano en un contexto en el que la perspectiva de un aumento notable de la liquidez mundial hace que los inversores sean menos exigentes en cuanto a la calidad del crédito y que facilita el acceso de los países periféricos de la zona del euro al mercado para refinanciar sus deudas”.