Japón intervino hoy en el mercado cambiario por primera vez en seis años, vendiendo yenes para limitar una apreciación de la moneda que está amenazando su frágil recuperación económica. El dólar extendió sus ganancias tras una venta intermitente de yenes, y subía un 2 por ciento en el día y casi 2 yenes por encima del mínimo en 15 años. Pero no está claro si el Gobierno del primer ministro Naoto Kan tiene el estómago para emprender una prolongada campaña similar a la última incursión de Japón en los mercados cambiarios, en el periodo 2003-2004.