El beneficio neto de Heineken alcanzó 218 millones de euros en el primer trimestre, mientras que los ingresos cayeron un 3,5% hasta 2.940 millones a consecuencia del descenso del 8% hasta 23.570 millones de hectolitros del volumen total de cerveza vendido. Según la compañía, el resultado bruto “mejoró considerablemente” gracias a las ganancias de 142 millones de euros procedentes de transferir dos de sus unidades en Asia.