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¿Cómo ayudó Goldman Sachs a maquillar las cuentas de Grecia?


La Reserva Federal estadounidense investiga el supuesto tejemaneje entre Grecia y Goldman Sachs para ocultar la deuda real del país heleno. La propia entidad estadounidense reconoció haber utilizado swaps de divisas para maquillar las cuentas. Pero, ¿cómo se materializó una operación que permitió a Grecia eludir los criterios de Maastricht sin que las autoridades se percatasen? Para comprender este acuerdo financiero hay que remontarse años atrás. Según estimaciones de AFI (Analistas Financiero Internacionales) entre los años 1994 y 1998, Grecia emitió una cuantiosa suma de deuda en dólares. Una práctica habitual entre los países, ya que en ocasiones estas operaciones con divisas extranjeras suelen ser más atractivas. Sin embargo, lo recomendable es que después de realizar las emisiones, éstas se cubran con el objetivo de evitar incrementos de la deuda por la fluctuación en los tipos de cambio de las divisas (euro/dólar en este caso). Para ello, existen distintos contratos de swaps (operaciones de intercambios financieros) como la permuta financiera de divisas o la permuta de divisas y tipos. En el primero de los casos, una de las partes compra un importe en una divisa contra la venta de la otra parte de un importe acordado, en otra divisa. Como tipo de cambio en la operación se toma como referencia un futuro de divisas y así se asegura el total de la deuda. El segundo ejemplo, permite además garantizar las fluctuaciones de los cupones que paga la deuda si estos están en otras divisas. Es decir que se cubre todo el bono (cupón y principal). Sin embargo, las autoridades griegas no realizaron esta cobertura hasta 2001, año en el que entró a formar parte del euro. De esta forma el endeudamiento del país heleno se fue incrementando ante la progresiva depreciación del dólar. Por ejemplo, al cierre de 1998, Grecia contaba con una deuda de 6.000 millones de dólares, y la paridad dólar-euro se situaba en 1,179 dólares. Con este valor de la moneda norteamericana, la factura de la deuda quedaba reducida a unos 5.000 millones de euros. Pero en 1999, la caída de la divisas estadounidense hasta los 1,005 euros encareció la deuda emitida y elevó su apalancamiento a más de 5.900 millones de euros. Esto se repitió dos años después cuando el dólar se hundió hasta los 0,98 euros y su deuda creció hasta superar los 7.000 millones de euros. Ante estas fluctuaciones, las autoridades griegas decidieron cubrir entonces su deuda con “un swap fuera de mercado” y recurrieron a Goldman Sachs para ello. “Lo lógico sería que Grecia hubiera utilizado para el contrato del swap el precio de cambio de aquel momento (0,98 euros), pero se tomó como referencia el tipo de cambio primera emisión de 1,179 euros, haciendo que el importe de la deuda griega fuese menor”, destaca Johanna Prieto, experta de Afi. Esto hizo que dejarán de aflorar aproximadamente 2.000 millones de deuda que se colocaron en una emisión posterior, lo que alargaba el periodo de vencimiento. Este punto es el que más ampollas ha levantado entre las autoridades comunitarias. Goldman podría haber utilizado un tipo de cambio irreal que permitiera a Grecia recibir una cantidad de efectivo mayor que la que hubiera logrado con el valor real del euro. Otro de los puntos calientes es que hasta 2008, los “swaps fuera de mercado” no se contabilizaban como deuda, sino que se consideraban como gasto financiero. Por este motivo, el banco ha defendido su actuación señalando que las operaciones no eran infrecuentes en el momento en que se realizaron ni tampoco inapropiadas. Según ha publicado varios diarios extranjeros, el Gobierno heleno habría pagado cerca de 300 millones de dólares al Goldman Sachs por formalizar este acuerdo.