Entradas
Desde hoy y hasta el 30 de septiembre estará abierto el período para que los monotributistas se recategoricen, incluyendo ahora casi millón de potenciales nuevos adherentes debido a la suba de las escalas anunciadas la semana pasada.
El miércoles pasado se anunció el incremento de los valores máximos de facturación (Resolución 3.529), tanto para mantenerse en el régimen como para ubicarse en una u otra de las once categorías existentes.
Los cambios llevaron el valor máximo de ingresos anuales permitidos a 400.000 pesos para la prestación de servicios, y a 600.000 para la venta de bienes muebles.
En este segundo caso, las tres últimas categorías -facturación mayor a 400.000 pesos- exigen tener una cantidad mínima de empleados.
Además se multiplicó por dos el ingreso tope para estar en cada categoría, y como la nueva tabla rige ya desde el primer día de este mes, la recategorización determinará que muchos contribuyentes que están dentro del sistema bajen un escalón, mientras que otros que quedaron excluidos del Monotributo puedan reingresar, reduciendo en todos esos casos el aporte por pagar, sin que cambien los valores de la obligación mensual.
Cada categoría contempla un monto diferente para el pago del impuesto propiamente dicho, en tanto los aportes para la jubilación y la obra social (110 y 70 pesos, respectivamente) son iguales en todas las escalas.
El monto de ingresos brutos obtenidos en los 12 meses previos no es el único dato a tener en cuenta para recategorizarse, ya que el Monotributo prevé varios parámetros que el contribuyente debe observar para ubicarse en la escala.
Entre ellos fue modificado el valor máximo de alquiler anual, que pasó de 9.000 a 18.000 pesos en las categorías B y C, y de 18.000 a 36.000 pesos en las D y E.
En las demás categorías la cifra también se eleva, pero no llega a duplicarse (en el último escalón es de 72.000 pesos anuales).
En el caso de quienes fueron excluidos del Monotributo (por el trámite de autogestión o por disposición de la AFIP) y hoy aportan como autónomos, la primera condición para volver es que la facturación y las otras variables no excedan los nuevos topes.
La posibilidad de cambiarse dependerá del motivo de la exclusión, ya que la AFIP aclaró que si existe un sumario o una deuda, o si se detectó una compra que no pudo ser justificada, ese contribuyente no podrá regresar.
El traspaso no será automático ya que al hacer el trámite en la web el sistema requerirá que se envíe un pedido de autorización a la AFIP, que evaluará la situación.
La ley dispone que quien pasa del régimen simplificado al general (autónomos) no puede hacer el camino inverso por al menos tres años, pero por esta vez no regirá la restricción.
También se elevan los ingresos mínimos para estar alcanzado por dos obligaciones. Una es la de presentar una declaración jurada informativa cuatrimestral (trámite que vence el 30 de este mes), exigencia que rige para quienes están en las categorías F y superiores y quienes pasen de la F a la E ya no tendrán que hacer el trámite.
Los cambios llevaron el valor máximo de ingresos anuales permitidos a 400.000 pesos para la prestación de servicios, y a 600.000 para la venta de bienes muebles.
En este segundo caso, las tres últimas categorías -facturación mayor a 400.000 pesos- exigen tener una cantidad mínima de empleados.
Además se multiplicó por dos el ingreso tope para estar en cada categoría, y como la nueva tabla rige ya desde el primer día de este mes, la recategorización determinará que muchos contribuyentes que están dentro del sistema bajen un escalón, mientras que otros que quedaron excluidos del Monotributo puedan reingresar, reduciendo en todos esos casos el aporte por pagar, sin que cambien los valores de la obligación mensual.
Cada categoría contempla un monto diferente para el pago del impuesto propiamente dicho, en tanto los aportes para la jubilación y la obra social (110 y 70 pesos, respectivamente) son iguales en todas las escalas.
El monto de ingresos brutos obtenidos en los 12 meses previos no es el único dato a tener en cuenta para recategorizarse, ya que el Monotributo prevé varios parámetros que el contribuyente debe observar para ubicarse en la escala.
Entre ellos fue modificado el valor máximo de alquiler anual, que pasó de 9.000 a 18.000 pesos en las categorías B y C, y de 18.000 a 36.000 pesos en las D y E.
En las demás categorías la cifra también se eleva, pero no llega a duplicarse (en el último escalón es de 72.000 pesos anuales).
En el caso de quienes fueron excluidos del Monotributo (por el trámite de autogestión o por disposición de la AFIP) y hoy aportan como autónomos, la primera condición para volver es que la facturación y las otras variables no excedan los nuevos topes.
La posibilidad de cambiarse dependerá del motivo de la exclusión, ya que la AFIP aclaró que si existe un sumario o una deuda, o si se detectó una compra que no pudo ser justificada, ese contribuyente no podrá regresar.
El traspaso no será automático ya que al hacer el trámite en la web el sistema requerirá que se envíe un pedido de autorización a la AFIP, que evaluará la situación.
La ley dispone que quien pasa del régimen simplificado al general (autónomos) no puede hacer el camino inverso por al menos tres años, pero por esta vez no regirá la restricción.
También se elevan los ingresos mínimos para estar alcanzado por dos obligaciones. Una es la de presentar una declaración jurada informativa cuatrimestral (trámite que vence el 30 de este mes), exigencia que rige para quienes están en las categorías F y superiores y quienes pasen de la F a la E ya no tendrán que hacer el trámite.
nosis
