No vamos a ahondar en las consecuencias negativas de la pandemia del coronavirus. A esta altura, las conocemos de sobra. Hoy, por el contrario, analizaremos sus efectos positivos, esos que se pierden de vista por la marea informativa sobre cantidad de infectados, muertes y demás. Lo sabemos: la situación es crítica y las malas noticias venden más.
En esta columna, abordaremos primero el universo de los ahorros para luego buscar la mejor manera de invertirlos en nuestro bienestar futuro.
Los ahorros forzosos que trajo la pandemia
Ahorro en viajes
A esta altura del año, debería estar armando la columna sobre cómo ahorrar en vacaciones de invierno, pero, más allá de los miedos y las fronteras cerradas, el Gobierno prohibió las ventas de pasajes aéreos hasta septiembre y nada hace prever que dé marcha atrás con esa medida.
Si bien existen infinidad de opciones en nuestro país, lo cierto es que la potencial extensión de la cuarentena en lo que respecta al turismo prácticamente echa por tierra las esperanzas de vacacionar en julio en algún destino atractivo, lo que derivará en un ahorro forzoso que puede llegar al 5% de los ingresos anuales de una persona financieramente responsable y al 15 o 20% en los más desprolijos con el dinero.
Ahorro en esparcimiento
Ir al cine o al teatro, luego comer en un lindo restaurante y pedir de postre un helado antes de ir buscar el auto al estacionamiento suena idílico en estos tiempos de encierro, pero también muy costoso si el permitido se vuelve costumbre. Lo mismo ocurre con los más jóvenes, la previa, el bar, un boliche…
Por supuesto, siempre existían alternativas para abaratar la salida: usar promociones de los comercios o las tarjetas, comprar en la heladería en lugar de pedir postre para cada uno en el restaurante, salir a comer y después mirar una película en casa en lugar de ir al cine, ir en bondi al boliche en lugar de usar el auto y dejarlo en un estacionamiento, etc.
La clave aquí es que se genera un nuevo ahorro forzoso y que en muchos hogares es significativo. Todo indica que continuará, por lo que habrá muchos pesos dando vueltas sin destino cierto.
Ahorro en gastos hormiga
Desde hace tiempo venimos advirtiendo sobre lo peligroso que resulta este ítem para nuestras finanzas personales. Se trata de gastos imperceptibles que hacemos a diario cuando compramos algo de pasada en un kiosco, tomamos un taxi porque salimos tarde de casa, tomamos un café al paso o compramos algo que vimos de oferta en un bazar. Con la directiva de solo salir a realizar compras puntuales y necesarias en los negocios de cercanía, estos gastos hormiga tienden a desaparecer y no resulta cómodo realizarlos de manera online, por lo que más de un desprevenido podría sorprenderse con un excedente en sus bolsillos equivalente al 20 o 25% de sus ingresos mensuales.
Sí, es así. Hay personas que llegan a gastar un cuarto del dinero que perciben en menudencias.
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