En octubre de 2017, Richard Thaler recibió el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la “economía del comportamiento”.
Esta disciplina deja de lado la presunción de que las personas son perfectamente racionales, como propone la economía clásica, probando que las decisiones económicas en el mundo real están llenas de sesgos cognitivos.
Richard Thaler ha pasado su carrera focalizado en la manera en que las personas se comportan, en vez de estudiar cómo los economistas creen que deberían comportarse.
Esto es muy importante para nuestras inversiones.
A juzgar por los resultados que han tenido en estos últimos años los fondos de Fuller & Thaler Asset Management, firma de la cual es socio, creemos que bien vale la pena escuchar algunos de sus consejos de inversión.
A continuación, detallamos los más importantes.
Son los incentivos
Dice Thaler que:
Esta advertencia se puede aplicar también a productos financieros de alto costo (fondos de inversión activos, hedge funds, etc.) versus productos financieros de bajo costo (índices o ETFs).
Siempre recordá que las personas tratan de venderte las cosas que hacen que ellos ganen mucho dinero y, como sucede en la mayoría de los casos, pueden no coincidir con los que hacen que vos ganes mucho dinero. Siempre pensá en el negocio que le da de comer a tu consejero.
Comprar acciones de una buena empresa no alcanza
Comprar una acción basándose solamente en la calidad de la empresa sin pensar en el precio es un ejemplo de lo que el director de Oaktre Capital Management, Howard Marks, llama “pensamiento de primer nivel”.
Marks escribió en su carta a los inversores de 2015 que “el pensamiento de primer nivel dice: si es una buena compañía, compremos la acción”. El pensamiento de segundo nivel dice: “es una buena empresa, pero todo el mundo cree que es una gran compañía y no lo es. Por eso, la acción está sobrevalorada, hay que venderla.”
La escuela de Benjamín Graham, padre del Value Investing (Inversión en Valor), que cuenta con Warren Buffet como uno de sus principales referentes, sostiene la importancia de contar con un “margen de seguridad” al comprar una acción.
El margen de seguridad es la diferencia entre el precio de una acción en el mercado y el valor de la misma (calculado en base a diferentes métodos). “Precio es lo que pagás, Valor es lo que recibís”, sostiene Warren Buffet.
Miedo a perder
Las acciones, por su potencial de crecimiento, deberían ser la base de la cartera de un inversor que ahorra para su retiro. Por lo tanto, los inversores tienen que entrenarse para poner en perspectiva las pérdidas en el corto plazo y seguir concentrados en obtener ganancias superiores en el largo plazo. Soportar las pérdidas en el corto plazo no viene naturalmente, pero puede hacer una gran diferencia en tus resultados de inversión en el largo plazo.
En el caso de los inversores argentinos, la aversión a las pérdidas hace que la gran mayoría no pueda salir de alternativas que difieran de invertir en plazos fijos o la simple compra de dólares.
Beneficios de la vagancia
Un último consejo de Thaler es que hay que ser vago:
La “estrategia de vagancia” de Thaler recuerda a la del vicepresidente de Berkshire Hathaway Inc., Charlie Munger, conocida como “invertir sentado sin hacer nada”. Para Munger, es una estrategia óptima, ya que “le pagás menos a tu bróker, estás escuchando menos información basura y, si funciona, el sistema impositivo te da unos puntos extra de rendimiento por año”.
Un Premio Nobel en tu portafolio
Lo de Thaler no son solo palabras. Un fondo de su firma, el Fuller & Thaler Behavioral Small-Cap Equity Fund, que invierte en firmas de baja capitalización bursátil, le ha ganado a su benchmark desde el origen.

La filosofía de inversión de la economía del comportamiento busca capitalizar los sesgos que pueden provocar que el mercado reaccione de forma exagerada a la información antigua y negativa, o bien reaccione de manera insuficiente ante la información nueva y positiva.
Después de ver estos buenos aportes de Thaler, quizá sea hora de sumar a los libros y artículos de finanzas que leés habitualmente, algunos de psicología del comportamiento para mejorar el rendimiento de tus inversiones.
Hasta aquí ha dado buenos resultados.
Hasta la semana que viene.
Matías Daghero
Para CONTRAECONOMÍA
Esta disciplina deja de lado la presunción de que las personas son perfectamente racionales, como propone la economía clásica, probando que las decisiones económicas en el mundo real están llenas de sesgos cognitivos.
Richard Thaler ha pasado su carrera focalizado en la manera en que las personas se comportan, en vez de estudiar cómo los economistas creen que deberían comportarse.
Esto es muy importante para nuestras inversiones.
A juzgar por los resultados que han tenido en estos últimos años los fondos de Fuller & Thaler Asset Management, firma de la cual es socio, creemos que bien vale la pena escuchar algunos de sus consejos de inversión.
A continuación, detallamos los más importantes.
Son los incentivos
Dice Thaler que:
Mucha gente ha ganado dinero vendiendo pociones mágicas y esquemas piramidales, pero pocas personas se han hecho ricas aconsejando no comprar eso.
Esta advertencia se puede aplicar también a productos financieros de alto costo (fondos de inversión activos, hedge funds, etc.) versus productos financieros de bajo costo (índices o ETFs).
Siempre recordá que las personas tratan de venderte las cosas que hacen que ellos ganen mucho dinero y, como sucede en la mayoría de los casos, pueden no coincidir con los que hacen que vos ganes mucho dinero. Siempre pensá en el negocio que le da de comer a tu consejero.
Comprar acciones de una buena empresa no alcanza
Los inversores deben tener en cuenta que hay una diferencia entre una buena empresa y una buena acción. Después todo, se puede comprar un auto espectacular, pero pagar demasiado por él.
Comprar una acción basándose solamente en la calidad de la empresa sin pensar en el precio es un ejemplo de lo que el director de Oaktre Capital Management, Howard Marks, llama “pensamiento de primer nivel”.
Marks escribió en su carta a los inversores de 2015 que “el pensamiento de primer nivel dice: si es una buena compañía, compremos la acción”. El pensamiento de segundo nivel dice: “es una buena empresa, pero todo el mundo cree que es una gran compañía y no lo es. Por eso, la acción está sobrevalorada, hay que venderla.”
La escuela de Benjamín Graham, padre del Value Investing (Inversión en Valor), que cuenta con Warren Buffet como uno de sus principales referentes, sostiene la importancia de contar con un “margen de seguridad” al comprar una acción.
El margen de seguridad es la diferencia entre el precio de una acción en el mercado y el valor de la misma (calculado en base a diferentes métodos). “Precio es lo que pagás, Valor es lo que recibís”, sostiene Warren Buffet.
Miedo a perder
Hay muchas fallas que nos meten en problemas financieros. La primera es la aversión a las pérdidas. Las pérdidas tienen el doble de impacto emocional que una ganancia equivalente. El miedo a las pérdidas (y la tendencia al pensamiento de corto plazo) pueden inhibir el asumir riesgos razonables.
Por ejemplo, invertir en el mercado de acciones ha brindado históricamente un rendimiento mucho más alto que invertir en bonos o plazos fijos, pero los precios de las acciones fluctúan más, produciendo un mayor riesgo de pérdidas. La aversión a las pérdidas muchas veces impide a los inversores aprovechar las oportunidades de largo plazo que otorgan las acciones.
Por ejemplo, invertir en el mercado de acciones ha brindado históricamente un rendimiento mucho más alto que invertir en bonos o plazos fijos, pero los precios de las acciones fluctúan más, produciendo un mayor riesgo de pérdidas. La aversión a las pérdidas muchas veces impide a los inversores aprovechar las oportunidades de largo plazo que otorgan las acciones.
Las acciones, por su potencial de crecimiento, deberían ser la base de la cartera de un inversor que ahorra para su retiro. Por lo tanto, los inversores tienen que entrenarse para poner en perspectiva las pérdidas en el corto plazo y seguir concentrados en obtener ganancias superiores en el largo plazo. Soportar las pérdidas en el corto plazo no viene naturalmente, pero puede hacer una gran diferencia en tus resultados de inversión en el largo plazo.
En el caso de los inversores argentinos, la aversión a las pérdidas hace que la gran mayoría no pueda salir de alternativas que difieran de invertir en plazos fijos o la simple compra de dólares.
Beneficios de la vagancia
Un último consejo de Thaler es que hay que ser vago:
Mi estrategia de hacer muy poco, comprar principalmente acciones y luego dejar de prestarles atención, me ha dado grandes resultados.
La “estrategia de vagancia” de Thaler recuerda a la del vicepresidente de Berkshire Hathaway Inc., Charlie Munger, conocida como “invertir sentado sin hacer nada”. Para Munger, es una estrategia óptima, ya que “le pagás menos a tu bróker, estás escuchando menos información basura y, si funciona, el sistema impositivo te da unos puntos extra de rendimiento por año”.
Un Premio Nobel en tu portafolio
Lo de Thaler no son solo palabras. Un fondo de su firma, el Fuller & Thaler Behavioral Small-Cap Equity Fund, que invierte en firmas de baja capitalización bursátil, le ha ganado a su benchmark desde el origen.
La filosofía de inversión de la economía del comportamiento busca capitalizar los sesgos que pueden provocar que el mercado reaccione de forma exagerada a la información antigua y negativa, o bien reaccione de manera insuficiente ante la información nueva y positiva.
Después de ver estos buenos aportes de Thaler, quizá sea hora de sumar a los libros y artículos de finanzas que leés habitualmente, algunos de psicología del comportamiento para mejorar el rendimiento de tus inversiones.
Hasta aquí ha dado buenos resultados.
Hasta la semana que viene.
Matías Daghero
Para CONTRAECONOMÍA