La burbuja de crédito china


La lucha retórica entre Estados Unidos y China comenzará de inmediato, pero puede tomar años en pasar a mayores. Sin embargo, hay una cosa que no va a esperar y es la burbuja crediticia del gigante asiático.
La bomba de crédito en China está a punto de explotar sin importar cuáles sean las nuevas políticas de Trump. Cuando suceda habrá profundas consecuencias en tu portafolio.

Las dimensiones del problema son vastas. El crecimiento de China está cautivo por la ley de Goodhart. Esta ley dice que cuando una métrica económica se convierte en la meta de una política, pierde su sentido como métrica. Esta ley aplica al caso del PBI chino.

Una vez que el gobierno chino decidió “apuntar” a un crecimiento del PBI del 8% o 7%, o 6,5%, el crecimiento del PBI perdió su sentido como una guía confiable de la performance económica china.

Por ejemplo, mi viaje de Shanghái a Nanjing fue en uno de los trenes de alta velocidad construidos bajo la dirección del gobierno de Beijing. El tren es el mejor del mundo. Tenía un asiento en primera clase que era mejor que la mayoría de los de primera de las aerolíneas. Las estaciones eran espaciosas, limpias y eficientes. ¡El ticket era barato! Solo ¥429,50 (unos USD 62) ida y vuelta.

Pero, ¿cómo pagas por estaciones de tren y vías de miles de millones de dólares cobrando solo US$ 62? No puedes. Todo el emprendimiento es financiado con deuda impagable. La estatal China Railway Corporation pierde más de mil millones de dólares al año y varias otras empresas estatales pierden mil millones más en construcción y manufacturación del equipo.

Es fácil alcanzar tu objetivo de 6,5% de crecimiento del PBI construyendo infraestructura. Mil millones de dólares en vías y estaciones cuentan como inversión y por ende como PBI aunque no ganen dinero los trenes.

Lo mismo pasa con autopistas e incluso ciudades.

He visto las llamadas “ciudades fantasma” llenas de residencias y negocios vacíos. Pero los costos de construcción se agregan al PBI aunque no haya inquilinos.

El problema es que la mayoría de la infraestructura en China fue construida con deuda. La deuda fue financiada por bancos chinos por órdenes del gobierno. No hay forma de que la deuda sea saldada porque los edificios no tienen inquilinos y los pasajes de trenes están fuertemente subsidiados. Así, se crean nuevos préstamos para pagar el interés o la deuda es refinanciada o reinvertida en nuevos préstamos.

Los bancos financian sus préstamos con depósitos de clientes o ventas de productos de administración de riqueza (WMPs, por sus siglas en inglés). Los WMP han sido descritos por el expresidente del Banco de China como el mayor plan Ponzi de la historia. Los bancos dependen de las ventas de nuevos WMPs para canjear los viejos en vencimiento. Los proyectos financiados por los WMPs originales no pueden repagarlos.

¿Cuán grande es la montaña de deuda? La deuda china en todos los niveles (corporativa, bancaria, gubernamental e inmobiliaria) es mayor de 250% del PBI como lo muestra el gráfico:
Pero esto no incluye los WMPs, que son técnicamente inversiones fuera de las hojas de balance. Tampoco incluye obligaciones provinciales en forma de garantías. El ratio deuda-PBI verdadero es 500%. Es como deber USD 100.000 en una tarjeta cuando ganas USD 20.000 al año.

El gráfico muestra que la mayoría de la deuda viene del sector corporativo. Mayormente de empresas controladas por el gobierno. Eso significa que tal vez tengan que ser rescatadas por el gobierno cuando el sistema colapse.

Además, gran parte de la deuda está denominada en dólares y eso empeora la situación cuando el dólar se fortalece y escasea globalmente. Esto hace que sea mucho más difícil saldar la deuda.

Pero el flujo de caja no puede esconderse. Debido a la deuda excesiva y la inhabilidad de pagar, los problemas de caja alcanzan proporciones epidémicas en China.

Valentin Schmid, para Epoch Times a fines de 2016, reportaba:
“Si las firmas no pueden exprimir a sus proveedores o pedir más prestado, quebrarán. Según Goldman Sachs, en China cuatro compañías han dejado sin pagar bonos en un valor de USD 3 mil millones desde mediados de noviembre. Dado que las compañías de China se ahogan en deuda, este apretón en el flujo de caja no es bueno para la estabilidad en 2017.”
China podría intentar crecer para tratar con este problema. Como si la persona del ejemplo anterior tuviera un aumento de USD 50.000 para manejar su deuda de USD 100.000.

Y acá la administración Trump pone una piedra en el camino de los planes de crecimiento chino. Los planes de Trump sobre aranceles, impuestos y un yuan fuerte ralentizarán el crecimiento de China en el momento en que necesita crecer más. Los analistas geopolíticos en Stratfor resumen la situación:
El único escape indoloro para China sería una ola de crecimiento económico pero a este punto eso no parece probable. Alcanzar tasas de crecimiento de más de 10% es mucho más difícil para la segunda economía más grande del mundo y la situación global económica no es tan favorable para China porque el mundo desarrollado lucha por manejar sus propios problemas de deuda. Los salarios chinos son bastante más altos y la economía es menos competitiva. Porque la población laboral china empezará a achicarse, terminando con las ganancias de productividad del “dividendo demográfico”, estas subas de salarios dificultarán el alcanzar el crecimiento.
China tiene una sola solución posible que es usar sus reservas de monedas duras para rescatar al sector bancario y estatal y tratar de empezar con una hoja de balance limpia. Pero las reservas necesarias para esto se evaporan y las reservas liquidas tal vez lleguen a cero para fines de 2017.



Jim Rickards
Para El inversor Diario.