Durante 2015 se transfirieron 1.772.920 vehículos de segunda mano, lo que significó un repunte de casi 8 por ciento respecto del año previo luego del récord de 2013, cuando se comercializaron casi 1,85 millones de unidades usadas.
En el último mes del año pasado se transfirieron 144.391 unidades, cifra que representó un incremento de 5 por ciento comparado con diciembre de 2014.
"En un año que fue muy complejo para la industria automotriz en general, nuestro mercado siguió muy demandado y los precios se mantuvieron competitivos", sostuvo Alberto Príncipe, titular de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), al divulgar los datos.
El ejecutivo consideró que "con la llegada del nuevo gobierno hay nuevas reglas de juego y deberemos esperar que transcurra el primer semestre, para tener una tendencia sobre cómo evolucionará el sector durante 2016".
Los automotores usados vendidos se suman a las 643.672 unidades 0 km que los concesionarios agrupados en la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA) comercializaron el año pasado, con lo cual en ese período se efectuaron 2.460.084 operaciones de compraventa de vehículos, lo cual comparado con 2013 tiene una diferencia que no parece tan importante pero al medir por operaciones diarias la brecha es de casi el doble, con 11.437 operaciones diarias.
Aunque el volumen de ventas que sumaron los concesionarios de 0 km y usados es 12,2 por ciento menor que el que habían obtenido en conjunto durante 2013, hay optimismo para 2016.
Príncipe estima que éste "será un año de grandes desafíos para nuestro sector. Un sector que viene acumulando diferentes problemáticas en todo el país y que las abordaremos junto al gobierno nacional y provinciales para encontrar coincidencias que lleven a las soluciones de las mismas".
Por su parte, el titular de Acara, Abel Bomrad, sostuvo que el sector entiende que "a partir de enero se volverá a tener niveles de crecimiento de acuerdo a la tendencia anterior".
Los vendedores esperaban un impacto positivo de la decisión del Gobierno de reducir las alícuotas de impuestos internos a los autos que superen los 350.000 pesos, a los que se le aplicará una tasa del 10 por ciento y para los que superen los 800.000 pesos un recargo de 20 por ciento sobre el valor de venta.
También se espera un incremento en la oferta de unidades a partir de la liberación de las restricciones cambiarias y la caída del sistema de DJAI.
"En un año que fue muy complejo para la industria automotriz en general, nuestro mercado siguió muy demandado y los precios se mantuvieron competitivos", sostuvo Alberto Príncipe, titular de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), al divulgar los datos.
El ejecutivo consideró que "con la llegada del nuevo gobierno hay nuevas reglas de juego y deberemos esperar que transcurra el primer semestre, para tener una tendencia sobre cómo evolucionará el sector durante 2016".
Los automotores usados vendidos se suman a las 643.672 unidades 0 km que los concesionarios agrupados en la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA) comercializaron el año pasado, con lo cual en ese período se efectuaron 2.460.084 operaciones de compraventa de vehículos, lo cual comparado con 2013 tiene una diferencia que no parece tan importante pero al medir por operaciones diarias la brecha es de casi el doble, con 11.437 operaciones diarias.
Aunque el volumen de ventas que sumaron los concesionarios de 0 km y usados es 12,2 por ciento menor que el que habían obtenido en conjunto durante 2013, hay optimismo para 2016.
Príncipe estima que éste "será un año de grandes desafíos para nuestro sector. Un sector que viene acumulando diferentes problemáticas en todo el país y que las abordaremos junto al gobierno nacional y provinciales para encontrar coincidencias que lleven a las soluciones de las mismas".
Por su parte, el titular de Acara, Abel Bomrad, sostuvo que el sector entiende que "a partir de enero se volverá a tener niveles de crecimiento de acuerdo a la tendencia anterior".
Los vendedores esperaban un impacto positivo de la decisión del Gobierno de reducir las alícuotas de impuestos internos a los autos que superen los 350.000 pesos, a los que se le aplicará una tasa del 10 por ciento y para los que superen los 800.000 pesos un recargo de 20 por ciento sobre el valor de venta.
También se espera un incremento en la oferta de unidades a partir de la liberación de las restricciones cambiarias y la caída del sistema de DJAI.